La Psicología Humanista, emergida a finales de los años 50 como respuesta a las corrientes del conductismo y psicoanálisis, representa una perspectiva única en la comprensión del comportamiento humano. Este enfoque se centra en el potencial individual y la autorrealización, enfatizando la capacidad inherente de las personas para el crecimiento y la mejora personal. En este artículo, exploramos sus principios fundamentales y el impacto que ha tenido en la psicoterapia moderna.
La teoría humanista en psicología incorpora una variedad de técnicas terapéuticas que se centran en el potencial individual de cada uno y hacen hincapié en la auto-realización personal.
Definiendo la Psicología Humanista: Más allá de los fundamentos
En el núcleo de la corriente humanista reside la convicción de que todos los seres humanos tienen una inclinación intrínseca hacia el bien. Esta visión optimista de la naturaleza humana contrasta con teorías más deterministas y abre un campo amplio para el estudio de la moralidad, la ética y el desarrollo personal en psicología.
Ideas fundamentales del humanismo en psicología
En la psicología humanista, se enfatiza la tendencia innata hacia la autoactualización y la bondad fundamental del ser humano. Reconoce la libertad y autodeterminación como aspectos cruciales, colocando la subjetividad y la visión personal del mundo en el centro de su enfoque terapéutico.
- La verdadera comprensión de la conducta humana no se puede lograr mediante el estudio de los animales.
- Existe la libre voluntad, y los individuos deben asumir la responsabilidad personal de su auto-crecimiento y realización. El comportamiento no está predeterminado.
- La experiencia subjetiva del individuo es el principal indicador de su conducta.
- La auto-realización (necesidad de alcanzar el máximo potencial personal) es algo natural.
- Las personas son fundamentalmente buenas y experimentarán un crecimiento si se les proporcionan las condiciones adecuadas, especialmente durante la infancia.
- Cada persona y cada experiencia es única, por lo que los psicólogos deben tratar cada caso de forma individual, en lugar de confiar en los promedios de los estudios de grupo.
Objeto de estudio del humanismo
El objeto de estudio de la psicología humanista es el ser humano, como individuo que se puede autorealizar y aceptarse tal y como es.
Principios del humanismo
Existen 7 principios del humanismo en psicología a destacar:
- El ser humano es una totalidad. Éste es un enfoque holista, cuyo objetivo consiste en estudiar al ser humano en su totalidad y no fragmentadamente.
- El ser humano posee un núcleo central estructurado. Dicho núcleo es su «yo», su «yo mismo» (self) que es la génesis y la estructura de todos sus procesos psicológicos.
- El ser humano tiende naturalmente a su autorrealización formativa. Puesto frente a situaciones negativas, debe trascenderlas; y si el medio se define como propicio, genuino y empático, amén de no amenazante, verá favorecidas sus potencialidades.
- El ser humano es un ser inserto en un contexto humano, y vive en relación con otras personas.
- El ser humano es consciente de sí mismo y de su existencia. Se conduce de acuerdo con lo que fue en el pasado y preparándose para el futuro.
- El ser humano está provisto con facultades de decisión, libertad y conciencia para elegir y tomar sus propias decisiones. Estas facultades lo convierten en un ser activo, constructor de su propia vida.
- El ser humano es intencional. Esto significa que sus actos volitivos o intencionales se reflejan en sus propias decisiones o elecciones.
Aportes del humanismo a la psicología
El enfoque humanista en psicología ha hecho contribuciones significativas al campo de la psicología. Es un nuevo enfoque de la comprensión de la naturaleza humana, con nuevos métodos de recogida de datos en los estudios del comportamiento, y una amplia gama de técnicas de psicoterapia que han demostrado ser eficaces.
Algunas de las principales aportaciones de la perspectiva psicológica del humanismo que surgieron de la escuela humanista incluyen:
- Jerarquía de las necesidades
- La Terapia Centrada en la Persona
- Consideración positiva incondicional
- El libre albedrío
- Autoconcepto
- Autoestima
- Autorrealización
La corriente humanista ha inspirado a muchos tipos de terapia. Estas terapias se centran en maximizar el valor y las opciones de cada persona con el fin de obtener una mayor sensación de poder y libertad, incrementando la autoconciencia de las emociones para alcanzar las metas que puedan ayudar a promover un cambio positivo. La auto-realización es a menudo considerada como esencial para este planteamiento.
La Psicología Humanista subraya el valor inherente de los seres humanos y se centra en su capacidad y voluntad para mantener la dignidad mientras se refuerza el amor propio y la competencia. Esta orientación de valor se considera responsable de la creación de modelos de terapia que utilizan habilidades interpersonales con el fin de maximizar la propia experiencia de vida, siendo esta otra de las aportaciones de la perspectiva psicológica del humanismo.
Uso de la teoría humanista en psicología y la terapia
Los psicólogos humanistas normalmente se evitan utilizar técnicas de estudio objetivo, tales como la observación no participante y la experimentación científica.
Los terapeutas humanistas tienden a creer que la reducción de la naturaleza humana a meros números los despoja de su riqueza, por eso utilizan métodos cualitativos de estudio, tales como entrevistas no estructuradas y observación participante.
Las entrevistas no estructuradas permiten al terapeuta tener acceso a los pensamientos y experiencias de un individuo sin dirigir la entrevista hacia ningún tema o idea en particular. En la observación participante el terapeuta forma parte en el estudio, facilitando la formación de las relaciones personales y obteniendo información directamente de la persona.
Otras formas de recolección de datos cualitativos que se utilizan son el análisis de la biografía, diarios y cartas.
La psicología humanista integra múltiples técnicas terapéuticas, como la Terapia Centrada en el Cliente de Carl Rogers, que también se conoce como «terapia de Rogers» y otras.
El humanismo en psicología sugiere que cada persona ha sido creada con unas capacidades y necesidades distintas, y debe confiar en ellas para lograr su curación.
Los psicólogos que practican este método de terapia adoptan un enfoque no patológico del individuo, en cambio tienen una orientación productiva, adaptable y potenciadora de los rasgos y comportamientos positivos de un individuo durante el tratamiento.
Limitaciones de la psicología humanista
Las experiencias subjetivas de los individuos son tremendamente difíciles de medir, registrar y estudiar. El énfasis en la recolección de datos cualitativos hace que sea casi imposible verificar las observaciones hechas en terapia.
Por este motivo es muy difícil comparar un conjunto de datos cualitativos con otros, además, la falta datos cuantitativos significa que las teorías fundamentales no pueden ser apoyadas por la evidencia empírica.
Otras críticas al enfoque humanista en psicología son su falta de eficacia en el tratamiento de problemas de salud mental graves y las generalizaciones hechas acerca de la naturaleza humana, así como el rechazo completo de algunos conceptos conductistas y psicoanalíticos importantes.
Por ejemplo, aunque la teoría humanista en psicología sostiene que los estudios en animales son inútiles en el estudio del comportamiento humano, algunas investigaciones realizadas en animales han dado lugar a conceptos que son aplicables a las personas.
Además, la corriente humanista se enfoca exclusivamente en el libre albedrío y la conciencia, pero las investigaciones demuestran que el inconsciente juega un papel importante en la psicología humana.
Desarrollo de la psicología humanista
Tras el surgimiento del humanismo en psicología a finales de los años 50, en sus inicios a menudo era criticado por no tener en cuenta la influencia de la conciencia humana y la personalidad, además de ser demasiado determinista, mecanicista y depender excesivamente de los estudios con animales. El psicoanálisis por su lado era rechazado por su fuerte énfasis en las fuerzas inconscientes e instintivas y por ser determinista, también.
En 1957 y 1958, Abraham Maslow y Clark Moustakas se reunieron con otros psicólogos que compartían sus ideas para establecer una asociación profesional que hacía hincapié en un enfoque más positivo y de la escuela humanista.
Los principios básicos de este nuevo enfoque humanista en psicología eran: la auto-realización, la creatividad, la salud, la individualidad, la naturaleza intrínseca y el significado de la vida.
Después de recibir el patrocinio de la Universidad de Brandeis, en 1961 se fundó la Asociación Americana de Psicología Humanista. Otros importantes contribuyentes al desarrollo de la escuela humanista eran Carl Rogers, Gordon Allport, James Bugental, Charlotte Buhler, Rollo May, Gardner Murphy, Henry Murray, Fritz Perls, Kirk Schneider, Louis Hoffman y Paul Wong.
Impacto de la Psicología Humanista en Terapias Modernas
La influencia de la Psicología Humanista en el campo de la terapia es indiscutible. Ha inspirado una variedad de enfoques terapéuticos centrados en el respeto a la individualidad del paciente y su capacidad para el autoconocimiento y la mejora. Desde la Terapia Centrada en la Persona de Carl Rogers hasta enfoques más contemporáneos, el humanismo sigue siendo una piedra angular en el tratamiento de la salud mental.
La Perspectiva Humanista sobre la Naturaleza Humana
Contrastando con la visión del psicoanálisis y el conductismo, la psicología humanista ve al ser humano como un ente esencialmente bueno, con una tendencia natural hacia la salud y relaciones interpersonales significativas. Esta visión optimista subraya la importancia de la autoaceptación y el crecimiento personal, pilares fundamentales de esta corriente psicológica.
https://youtu.be/CyRQobxhH_A