Qué es el Trastorno Delirante o Psicosis Paranoica: síntomas y tratamiento

Redactado por Marta Guerri . Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 7 octubre 2024.
Descubre las causas, síntomas y tratamiento del Trastorno Delirante o Psicosis Paranoica, un trastorno mental poco común.

El Trastorno Delirante, también conocido como Psicosis Paranoica, es un trastorno mental poco común caracterizado por la presencia de delirios persistentes como alucinaciones, desorganización del pensamiento o trastornos del ánimo. Este artículo busca arrojar luz sobre este trastorno, sus síntomas, causas, diagnóstico y tratamiento.

Causas del Trastorno Delirante

El Trastorno Delirante es un tipo de trastorno psicótico que se caracteriza principalmente por la presencia de uno o más delirios a lo largo de un mes o más. Los delirios son creencias falsas e inamovibles que no se basan en la realidad y que no pueden ser explicadas por los acontecimientos, la cultura, religión o nivel educativo del individuo.

Las personas que tienen Trastornos Delirantes están firmemente convencidas de cosas que no son realmente ciertas. Por ejemplo, creer que son buenos escritores y que le han concedido un premio Nobel o pensar que están siendo perseguidos y que hay personas que quieren hacerles daño.

Este tipo de trastorno forma parte de un grupo de trastornos caracterizado por la aparición de un único tema delirante o de un grupo de ideas delirantes relacionadas entre sí que normalmente son muy persistentes, y que incluso pueden durar hasta el final de la vida del individuo. El contenido del tema o conjunto de ideas delirantes es muy variable. A menudo es de persecución, hipocondríaco o de grandeza, pero también puede referirse a temas de litigio o de celos o poner de manifiesto la convicción de que una parte del propio cuerpo está deformada o de que otros piensan que se despide mal olor.

Aunque las causas exactas del Trastorno Delirante aún no se comprenden completamente, se cree que una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales puede contribuir a su desarrollo. Algunos factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de trastornos psicóticos, aislamiento social, estrés crónico y eventos traumáticos.

Diagnóstico del trastorno delirante

El diagnóstico del Trastorno Delirante puede ser un desafío, ya que los síntomas pueden ser similares a los de otros trastornos psicóticos o del ánimo. Un profesional de la salud mental realizará una evaluación exhaustiva, incluyendo antecedentes médicos, psiquiátricos y sociales, para descartar otras posibles causas de los delirios.

Para realizar este diagnóstico psicológico, las ideas delirantes deben persistir como mínimo un mes y no deben ser la consecuencia directa del consumo de algún tipo de sustancias o enfermedad médica.

Suele comenzar hacia la edad media o avanzada de la vida, pero algunas veces, especialmente en casos de creencias sobre deformaciones del cuerpo, surge en el inicio de la madurez. El contenido de las ideas delirantes y el momento en el que aparecen y suele poder tener relación con algunas situaciones biográficas significativas, por ejemplo, ideas delirantes de persecución en personas que pertenecen a minorías sociales. Fuera del comportamiento directamente relacionado con el tema de las ideas o sistema delirante, son normales la afectividad, el lenguaje y el resto de la conducta.

Síntomas del trastorno delirante

Se caracterizan principalmente por ser personas con una o más ideas o creencias muy persistentes que no son ciertas pero invaden constantemente sus pensamientos, aunque no siempre influyen de forma directa en su vida cotidiana.

  • Su actividad laboral y social no tiene por qué verse afectada, a no ser que las ideas delirantes estén relacionadas con alguna de estas actividades o según el tipo de delirio. No obstante, la mayoría de las personas que sufren este trastorno desarrollan un estado de ánimo irritable, incluso pueden llegar a tener comportamientos violentos.
  • Suelen ser personas muy reservadas y guardan bastante secretismo a la hora de hablar sobre su delirio.
  • Son personas que pueden tener ideas incoherentes y desorganizas, aunque para ellas tiene un sentido indiscutible.
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Tipos de trastornos delirantes

Existen cuatro grandes tipos de delirios en función del tipo del delirio.

1. Tipo persecutorio

El trastorno delirante tipo persecutorio es una subcategoría del Trastorno Delirante en la cual la persona afectada experimenta delirios persistentes de persecución. Suele ser el trastorno más habitual. Estos delirios implican creencias falsas e irracionales de que están siendo perseguidos, vigilados, acosados, envenenados o conspirados en su contra por individuos, grupos o instituciones.

Los síntomas centrales del trastorno delirante tipo persecutorio son los delirios de persecución. Algunas manifestaciones más habituales de estos delirios incluyen:

  1. Creencia de que están siendo seguidos o vigilados por personas o entidades desconocidas.
  2. Convicción de que se les está escuchando y sus conversaciones están siendo monitoreadas.
  3. Sospechas infundadas de que están siendo acosados o perseguidos por razones personales o profesionales.
  4. Creencia de que están siendo envenenados, drogados o sometidos a experimentos médicos sin su consentimiento.
  5. Convicción de que personas cercanas a ellos, como familiares o amigos, están involucrados en la supuesta conspiración.

El trastorno delirante tipo persecutorio puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen. Las personas afectadas pueden volverse extremadamente desconfiadas, aislarse de amigos y familiares, y evitar situaciones sociales y laborales por temor a ser perseguidos o acosados. Estos comportamientos pueden llevar a problemas en las relaciones interpersonales, el empleo y la calidad de vida en general.

2. Tipo grandioso

El trastorno delirante tipo grandioso es una subcategoría del Trastorno Delirante en la que la persona afectada experimenta delirios de grandeza. Estos delirios implican creencias falsas e irracionales sobre poseer habilidades, conocimientos, poderes o cualidades excepcionales que no son compartidos por otras personas. A menudo, estas creencias están relacionadas con la riqueza, la fama, el éxito o la importancia personal.

Los síntomas centrales del trastorno delirante tipo grandioso son los delirios de grandeza. Algunas manifestaciones comunes de estos delirios incluyen:

  1. Creencia de poseer habilidades intelectuales, creativas o artísticas superiores a la norma.
  2. Convicción de tener una conexión especial con figuras importantes, como líderes políticos, celebridades o divinidades.
  3. Creencia de haber realizado un descubrimiento significativo o haber desarrollado una invención revolucionaria.
  4. Sentimiento de ser una figura de importancia histórica o cultural.
  5. Creencia de tener un propósito especial o una misión en la vida que los diferencia de los demás.

El trastorno delirante tipo grandioso puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen. Las personas afectadas pueden volverse arrogantes, exigiendo un trato especial o la atención de otros debido a su supuesta importancia. Pueden experimentar dificultades en las relaciones interpersonales y laborales debido a sus expectativas poco realistas y su comportamiento dominante.

3. Tipo somático

El trastorno delirante tipo somático es una subcategoría del Trastorno Delirante en la que la persona afectada experimenta delirios persistentes relacionados con la percepción de su propio cuerpo o funciones corporales. Estos delirios implican creencias falsas e irracionales acerca de padecer una enfermedad, anomalía física o defecto en el cuerpo que no existe en realidad.

Los síntomas centrales del trastorno delirante tipo somático son los delirios relacionados con el cuerpo o funciones corporales. Algunas manifestaciones comunes de estos delirios incluyen:

  1. Creencia de tener una enfermedad grave o rara a pesar de la ausencia de síntomas o pruebas médicas que lo respalden.
  2. Convicción de padecer un defecto físico o deformidad que no es apreciable por los demás.
  3. Creencia de emitir olores desagradables, ruidos corporales o sufrir de mal aliento sin ninguna evidencia objetiva.
  4. Preocupación excesiva por la apariencia física o el envejecimiento, que va más allá de la preocupación normal por la imagen personal.
  5. Creencia de que una parte específica del cuerpo no funciona correctamente o está dañada, a pesar de la falta de pruebas médicas.

El trastorno delirante tipo somático puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen. Las personas afectadas pueden volverse obsesivas con respecto a sus supuestas condiciones médicas, buscando constantemente la atención médica y sometiéndose a múltiples pruebas y procedimientos innecesarios. Además, pueden aislarse socialmente y experimentar ansiedad, depresión o baja autoestima debido a sus creencias delirantes.

4. Tipo celoso

El trastorno delirante tipo celoso es una subcategoría del Trastorno Delirante en la que la persona afectada experimenta delirios persistentes relacionados con la infidelidad de su pareja. Estos delirios implican creencias falsas e irracionales de que su pareja está siendo infiel, a pesar de la falta de pruebas o evidencia que respalde estas sospechas.

Los síntomas centrales del trastorno delirante tipo celoso son los delirios de infidelidad. Algunas manifestaciones comunes de estos delirios incluyen:

  1. Creencia infundada y persistente de que la pareja está siendo infiel.
  2. Interpretación errónea de gestos, acciones o palabras inocentes de la pareja como pruebas de infidelidad.
  3. Búsqueda constante de pruebas o indicios para confirmar las sospechas de infidelidad.
  4. Confrontaciones frecuentes y acusaciones hacia la pareja basadas en las creencias delirantes.
  5. Vigilancia excesiva, control y seguimiento de las actividades de la pareja, incluyendo el monitoreo de llamadas telefónicas, mensajes y redes sociales.

El trastorno delirante tipo celoso puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen y en sus relaciones interpersonales. La desconfianza constante y las acusaciones infundadas pueden generar tensión, conflictos y angustia tanto en la persona afectada como en su pareja. Esto puede llevar a la ruptura de la relación, el aislamiento social y la aparición de otros problemas emocionales como ansiedad o depresión.

5. Tipo erotomaníaco

El trastorno delirante tipo erotomaníaco es una subcategoría del Trastorno Delirante en la que la persona afectada experimenta delirios persistentes relacionados con el amor y las relaciones afectivas. Estos delirios implican creencias falsas e irracionales de que alguien, a menudo una figura pública, famosa o inalcanzable, está secretamente enamorado de la persona afectada, a pesar de la falta de pruebas o evidencia que respalde estas creencias.

Generalmente, aparece más en mujeres. Creen recibir mensajes o señales encubiertas de la persona objeto de su delirio amoroso. Suelen ser un referente para esa persona (un doctor, profesor, cantante, etc.). Por lo general, tienden a ponerse en contacto con esa persona a través de llamadas de teléfono, mensajes de móvil, cartas, regalos, etc. Normalmente, la persona objeto de dicha idea ocupa un estatus superior, aunque también puede ser un desconocido.

Los síntomas centrales del trastorno delirante tipo erotomaníaco son los delirios de amor no correspondido. Algunas manifestaciones comunes de estos delirios incluyen:

  1. Creencia infundada y persistente de que una figura pública, famosa o inalcanzable está enamorada de la persona afectada.
  2. Interpretación errónea de gestos, acciones o palabras inocentes de la persona objeto del delirio como pruebas de amor o interés romántico.
  3. Creencia de que la persona objeto del delirio se comunica secretamente a través de mensajes codificados en cartas, canciones, programas de televisión o redes sociales.
  4. Intentos repetidos de establecer contacto o comunicarse con la persona objeto del delirio, a pesar de la falta de reciprocidad o rechazo.
  5. Persistencia en las creencias delirantes incluso después de ser confrontadas con pruebas de que la figura en cuestión no está interesada o desconoce la existencia de la persona afectada.

El trastorno delirante tipo erotomaníaco puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen y en sus relaciones interpersonales. La obsesión con la figura objeto del delirio puede llevar a la persona afectada a descuidar otros aspectos de su vida, como el trabajo, las amistades o las relaciones familiares. Además, los intentos repetidos de acercarse o comunicarse con la figura objeto del delirio pueden generar problemas legales, como órdenes de restricción o acusaciones de acoso.

Tratamiento del trastorno delirante

Existen tratamientos que pueden aliviar los síntomas, reduciéndolos y ayudando a la persona a pensar con más claridad. El terapeuta se centra en lograr la confianza del paciente a partir de una serie de pasos lentos y progresivos. Lo más importante al principio es aceptar aquello que nos explica, pero sin confirmar sus creencias, e intentar que explore sus pensamientos y sentimientos poco a poco.

Desde la perspectiva de la Terapia Cognitivo-Conductual, el abordaje terapéutico se centra básicamente en la modificación de la creencia delirante y sus consecuencias emocionales y conductuales. Es aconsejable visitar periódicamente a un psicólogo o psiquiatra como parte del tratamiento. El objetivo es ayudar y orientar a entender esos pensamientos y así poder controlarlos mejor. Y por otro lado, aprender también a prevenir problemas futuros.

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Mguerri

Marta Guerri es Licenciada en Psicología por la UOC y Diplomada en Enfermería por la UB. Es Psicóloga General Sanitaria, con un Máster en Terapia de la Conducta y la Salud, Postgrado en Terapia Familiar Socioeducativa, y un Postgrado en Salud Mental y Psiquiatría por la Universitat de Barcelona (UB). Ha trabajado en terapia con familias con vulnerabilidad social en el Servicio de Orientación y Acompañamiento a Familias (SOAF) y actualmente ejerce de Psicóloga en la Clínica Fertty, donde se dedica a la atención de pacientes y donantes en tratamientos de fertilidad. Además, es miembro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), donde dirige uno de los grupos de estudio dedicado a la atención de donantes y ha realizado distintas ponencias sobre este tema. Es CEO y gestora de contenidos de Psicoactiva.com, un portal líder en psicología, que ha crecido hasta convertirse en una comunidad de referencia en el ámbito de la psicología y las neurociencias. Marta ha publicado varios libros sobre psicología y salud emocional, incluyendo "Inteligencia Emocional, una guía útil para mejorar tu vida" y "Entrenamiento mental para mejorar tu inteligencia" de la editorial Mestas Ediciones. Además, a través de su trabajo voluntario con la asociación Cracbaix, se dedica a asesorar a las familias con hijos de Altas Capacidades Intelectuales.