El Test Gráfico de la Figura Humana, también conocido como el Test de la Persona, es una herramienta de evaluación psicológica desarrollada en 1949 por la psicóloga estadounidense Karen Machover. Este test se basa en la técnica proyectiva, que permite explorar las características de la personalidad, las emociones y la percepción del individuo sobre sí mismo y su entorno mediante la interpretación de dibujos realizados por el sujeto.
¿En qué consiste el Test Gráfico de la Figura Humana?
El Test Gráfico de la Figura Humana es una prueba que consiste en la elaboración de un dibujo de una persona completa en una hoja utilizando un lápiz. Este dibujo posibilita el análisis de aspectos específicos de la personalidad del individuo, en relación a su autoconcepto, imagen corporal y estado emocional actual. La prueba es fácil de aplicar y puede llevarse a cabo en grupos sin restricciones de tiempo, lo que favorece el rendimiento de los niños en el test. Suele utilizarse principalmente en niños.
El dibujo de un individuo proporciona un medio natural para expresar necesidades y conflictos relacionados con nuestro propio cuerpo. De esta manera, la figura representada en el dibujo simboliza a la persona, mientras que el papel en el que se realiza representa el entorno en el que se encuentra.
La técnica proyectiva se basa en la idea de que, al realizar un dibujo, el sujeto proyecta inconscientemente aspectos de su personalidad y emociones en la figura que crea. Por tanto, el análisis de la figura humana dibujada permite a los profesionales de la psicología obtener información valiosa sobre el estado emocional, el desarrollo y las relaciones interpersonales del sujeto.
Procedimiento e instrucciones para realizar el test
Para realizar este test debemos poner a la persona frente a una mesa o escritorio despejado y se le proporciona una hoja de papel en blanco y un lápiz. A continuación, el examinador le indica: «En esta hoja, quiero que dibujes una persona completa. Puedes dibujar cualquier tipo de persona que desees, pero no ha de se una caricatura o una figura hecha con palitos o rayas». El objetivo de estas últimas instrucciones es evitar que, especialmente en los niños, realicen dibujos estereotipados de sus héroes televisivos o ficticios.
- No hay tiempo límite para esta prueba. Por lo general, no dura entre 10 y 20 minutos.
- El sujeto tiene libertad para borrar, corregir o modificar su dibujo durante la realización.
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Principios básicos del test
Hay tres principios básicos a considerar al analizar el DFH (Dibujo de Figura Humana):
- Cómo dibuja la figura, sin importar a quién dibuja, refleja el concepto que el niño tiene de sí mismo. La forma en que se realiza el dibujo y los signos y símbolos utilizados revelan el retrato interior del sujeto y muestran su actitud hacia sí mismo.
- A quién dibuja, es la persona de mayor interés e importancia en el momento de realizar el dibujo. En la mayoría de los casos, los niños se dibujan a sí mismos, ya que, obviamente, nadie es más importante para un niño que él mismo. Por lo general, cuando esto ocurre, lo hacen de manera bastante realista. Sin embargo, en algunas ocasiones, algunos niños están tan insatisfechos consigo mismos que distorsionan las imágenes hasta el punto de que guardan poca similitud con su apariencia real. A veces, pueden dibujar personas con las que tienen conflictos o simplemente elegir a otras personas antes que a sí mismos, lo que puede indicar cierta desvalorización o baja autoestima.
- Qué está comunicando en el dibujo. Puede tener dos aspectos: ser una expresión de sus actitudes y conflictos, o ser un deseo, o ambas cosas a la vez.
- Cómo describe el dibujo:
-
- Si el sujeto describe a la persona que dibujó y si la descripción se refiere a la persona dibujada; es decir, si se dibujó a sí mismo, la historia se refiere a él.
- Si el sujeto cuenta una historia espontánea sobre su dibujo, el contenido de la historia representa un deseo.
Sistema de puntuación según E.M. Koppitz para niños
Información preliminar
De acuerdo con la psicóloga Elizabeth Münsterberg Koppitz, este test puede aplicarse de manera colectiva o individual, aunque se reconoce la ventaja de realizarlo de forma individual, ya que permite observar al individuo directamente durante la elaboración del dibujo y proporcionar información adicional.
E. M. Koppitz estudió y diseñó una forma de puntuar esta prueba en niños entre 5 y 12 años, y a través de su análisis se puede obtener un nivel general de madurez mental (CI) y posibles indicadores emocionales.
Los estudios mostraron que los resultados del CI obtenidos mediante esta prueba correlacionan con las pruebas WISC entre 0,60 y 0,80 (dependiendo del subtest), y aunque no pueden reemplazarlas, pueden ser útiles para identificar a niños con posibles deficiencias (screening) y, por lo tanto, que requieran una evaluación más detallada.
Fundamentos de la prueba
Para establecer una puntuación objetiva, la autora realizó un análisis detallado de las características de los dibujos de la figura humana, estudiando la presencia de diferentes elementos según la edad y sexo del niño en una muestra de 1.856 sujetos.
Para esto, dividió la figura humana en sus diferentes componentes, en total 30 (cabeza, ojos, nariz, piernas, brazos, etc.). A estos elementos los llamó ítems evolutivos. Según la autora, se trata de ítems que se encuentran solo en unos pocos DFH de niños de una edad menor y que luego aumentan en frecuencia de aparición a medida que la edad de los niños aumenta, hasta convertirse en una característica regular de muchos o la mayoría de los DFH de un nivel de edad determinado.
Ítems esperados
Estos ítems evolutivos se pueden clasificar, dentro de cada grupo de edad, en lo que la autora denominó ítems esperados, comunes, bastante comunes y excepcionales.
Los ítems esperados son aquellos elementos que aparecen en aproximadamente el 80 y 90% de la muestra y, por lo tanto, son ítems consolidados a cierta edad. Su ausencia puede indicar un retraso en la madurez.
Los ítems comunes y bastante comunes tienen una probabilidad de aparición media (entre aproximadamente 20 y 80%).
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Puntuación
Tabla A (Ítems esperados):
Casillas con fondo blanco: ítems esperados (presentes = 0; ausentes = -1).
Casillas con fondo verde: Ítems no esperados (presentes = 1; ausentes = 0)
Ítems excepcionales
Los ítems excepcionales incluyen aquellos de muy baja presencia en una edad determinada (generalmente inferior al 15% de la muestra). Por ejemplo, en el grupo de niños de 5 años, los ojos aparecen en un 98% de la muestra (ítem esperado), mientras que las pupilas de los ojos solo lo hacen en el 11% de la misma (ítem excepcional). Al describir los diferentes ítems esperados y excepcionales a lo largo de cada edad y considerando si se trata de un niño o una niña, la autora logró crear una tabla de puntuación objetiva que podía proporcionar datos bastante confiables sobre la maduración cognitiva del niño (CI) e incluso detectar posibles problemas emocionales.
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Puntuación
Tabla B (Ítems excepcionales):
Casillas con fondo blanco: ítems esperados (no se puntúan)
Casillas con fondo verde: Ítems no esperados (presentes = +1; ausentes = 0)
Es necesario agregar 5 a las dos puntuaciones (esperados + excepcionales) para prevenir resultados negativos. Luego, se compara la puntuación total alcanzada con la tabla correspondiente para determinar el nivel de madurez mental y calcular el CI.
Puntuación | Nivel de Capacidad Mental (C.I.) |
0 a 1 | Déficit cognitivo grave (o graves problemas emocionales) |
2 | Déficit cognitivo moderado (60-80) |
3 | Déficit cognitivo leve (70-90) |
4 | CI normal (80-110) |
5 | CI normal a normal-alto (85-120) |
6 | CI normal a superior (90-130) |
7 u 8 | CI normal-alto a superior (>110) |
Interpretación del Test de la Figura Humana
La interpretación del Test Gráfico de la Figura Humana se realiza a partir de una serie de criterios que evalúan tanto aspectos formales del dibujo (tamaño, ubicación en el papel, proporciones) como detalles específicos de la figura (presencia de rasgos faciales, vestimenta, movimiento, entre otros).
Durante la prueba se tomará nota de datos relevantes como:
- Tiempo de ejecución
- Posición de la hoja
- Posición del dibujo con respecto al papel
- Nivel de detalle
- Fuerza o suavidad en el trazo
En el análisis, también se le otorga importancia a otros aspectos como: las proporciones de las partes del cuerpo, los rasgos incompletos, los detalles, los refuerzos, los borrones y cambios de líneas, el nivel de simetría, la representación de la línea media y, en especial, el estado de ánimo expresado en el rostro o en la postura del dibujo.
A continuación pasaremos a analizar e interpretar las distintas partes del dibujo.
La cabeza
La cabeza, según Machover, es el punto central significativo para la ubicación del propio «yo». La cabeza es básicamente el centro del poder intelectual, el dominio social y el control de los impulsos corporales. Es la única parte del cuerpo que está visible y, de esta manera, involucrada en las relaciones sociales.
La cabeza refleja las aspiraciones intelectuales, el control racional, las necesidades sociales y alberga las idealizaciones y fantasías de la personalidad. Algunos autores señalan que es el verdadero «lugar» del «sí mismo».
- Una cabeza con detalles, sin llegar a ser un dibujo demasiado detallado, indica una adaptación normal, saludable y equilibrada.
- Dibujar la cabeza acentuada o grande nos indica que la persona quiere destacar la importancia del poder intelectual y el dominio social. Si es desproporcionadamente grande puede ser signo de dificultades de aprendizaje, también de narcisismo y vanidad. Los niños muy pequeños suelen dibujarla así, pero es algo característico de la edad.
- Realizar la cabeza pequeña es propio de personas deprimidas o inadaptadas socialmente.
- Aquellos que dibujan la cabeza como el último elemento de su figura revelan problemas en las relaciones interpersonales.
La cara
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La cara es la parte más comunicativa del cuerpo y el núcleo principal de interacción. La cabeza o el rostro son los elementos que se dibujan con mayor entusiasmo y, subjetivamente, los más sencillos. Incluso en dibujos menos elaborados, a menudo se representan con mayor habilidad.
Los individuos de todas las edades suelen presentar la cara (o la cabeza) como el dibujo completo de una persona, mientras que el tronco o cualquier otra parte de la figura nunca se considera, por sí misma, como la representación de una persona. La cara puede ser vista como el aspecto social del dibujo.
- Pintar los rasgos del rostro suavemente es una señal de timidez.
- Hacer la cara en blanco, sin señales de rasgos faciales, indica carácter asocial de la personalidad.
- Los ojos están relacionados con la comunicación social; utilizamos los ojos para vigilar y entender nuestro entorno.
- Las orejas bien proporcionadas indican un equilibrio corporal adecuado y un buen sentido de la economía.
- La nariz tiene un simbolismo sexual; es un símbolo fálico. Cuando se dibuja muy marcada es signo de virilidad. Hacer los agujeros de la nariz es señal de extraversión, si son muy grandes hay pérdida de control de impulsos y posible agresividad.
- El cabello también actúa como un símbolo sexual.
- La boca es una zona erógena; se relaciona comúnmente con problemas de alimentación, trastornos del habla, lenguaje obsceno, alcoholismo, glotonería y expresiones verbales sádicas.
- Las cejas tienen un significado que debe interpretarse en relación con los aspectos generales de los dibujos; pueden tener el mismo significado que el cabello en cuanto a la energía y la potencia libidinal.
- El mentón está vinculado a la fuerza de carácter.
- La frente, según algunos fisiólogos y antropólogos, podría estar relacionada con el desarrollo de ciertas habilidades mentales.
La boca
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La boca aparece en los dibujos de los niños casi al mismo tiempo que la cabeza. Al igual que otros rasgos faciales, la boca ofrece un amplio espacio para la proyección en el dibujo.
El énfasis en la boca puede manifestarse a través de su omisión, realce, tamaño excepcional, forma específica, sombreado, manchas o ubicación inadecuada.
- Dibujar la boca con unas líneas fuertes y si además se ven los dientes, es señal de dominación y agresividad.
- Si se hace el labio superior más grueso que el inferior, nos habla de sensualidad.
- Enfatizar la boca es propio de los dibujos de niños pequeños, personas infantiles o con cierto grado de regresión, también puede verse en sujetos alcohólicos y deprimidos.
- Dado que la boca suele ser una fuente de satisfacción sensual y erótica, se resalta notablemente en los dibujos de personas que enfrentan problemas sexuales.
Los ojos
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Gran parte de la función de comunicación social atribuida a la cabeza se encuentra enfocada en los ojos de la persona. No solo se considera que los ojos son la «ventana del alma», mostrando la vida interna del individuo, sino también como el órgano fundamental para establecer contacto con el entorno. «Ver para creer» es solo uno de los muchos refranes que evidencian la función primordial de los ojos en la aceptación o el rechazo del mundo que nos envuelve.
Los ojos son el enfoque principal para expresar la sensación del «yo» y su vulnerabilidad.
- Cuando el tamaño, sombreado y retoques destacan los ojos y les dan énfasis, suele ser señal de desconfianza hacia los demás.
- Los ojos sin pupilas son indicador de inmadurez emocional y egocentrismo.
- Si los ojos están cerrados puede ser signo de narcisismo.
- Muchas personas no dibujan las cejas, pero si aparecen y están muy acentuadas, es señal de apasionamiento y vehemencia. Hacerlas finas y cuidadas es signo de delicadeza. Dibujarlas muy alejadas y curvas es propio de personas superficiales.
El cuello
El cuello, desde una perspectiva estructural, es el vínculo entre el cuerpo y la cabeza. La representación de conflictos en el cuello sugiere una falta de coordinación entre los impulsos y el control racional. Este tipo de representación es común en muchos dibujos, ya que el equilibrio entre la expresión de la individualidad y las limitaciones impuestas por la sociedad es especialmente delicado en un contexto cultural contradictorio y complejo.
- La ausencia del cuello en los dibujos se considera un signo de inmadurez en niños, adultos con discapacidades y personas en estado regresivo.
- La nuez (o manzana) de Adán, rara vez se incluye en los dibujos. Sin embargo, en los casos en los que aparece, es más común en ilustraciones de adolescentes que buscan reafirmar su virilidad.
El tronco
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El tronco es el coordinador principal de nuestro esquema corporal, ya que en él se conectan las demás partes del cuerpo físico, como el cuello, brazos, manos, zona pélvica y piernas. Además, en el tronco se encuentran la mayoría de nuestros órganos vitales, como el corazón, los pulmones y el sistema digestivo. Psicológicamente, es el núcleo de nuestras emociones y el lugar de interacción con el exterior (pulmones). Frecuentemente, el tronco se simplifica en una figura ovalada, cuadrada o circular. El tronco es el centro principal de las emociones y los impulsos experimentados por el individuo.
El tronco alberga las fuerzas pulsionales (Ello) y es el reservorio pulsional de la personalidad, donde se acumulan las pulsiones, necesidades y tendencias desarrolladas.
- Los hombros representan la ejecución del pensamiento, y su tamaño y forma reflejan el grado de masculinidad o feminidad.
- El pecho y los senos indican el nivel de fortaleza física. En el caso de los dibujos femeninos, los senos están relacionados con la alimentación, la ternura, la seguridad, la protección y el erotismo.
- Las formas redondeadas se asocian a dibujos menos agresivos, menos desarrollados y de naturaleza más femenina, mientras que las figuras con ángulos se consideran más masculinas, siguiendo los principios del movimiento expresivo relacionados con todo tipo de proyecciones creativas.
Los hombros
El grosor y la firmeza de los hombros se consideran como la representación gráfica más habitual de la fuerza física y la perfección del cuerpo.
- En los dibujos de hombres, los hombros robustos y prominentes, en detrimento de otras partes de la figura, se observan en adolescentes y a menudo en individuos sexualmente ambivalentes, como una forma de compensar excesivamente sus sentimientos de insuficiencia corporal.
- En el caso de una mujer que dibuja la figura de su propio género con hombros potentes, se podría sospechar que existe cierto grado de protesta masculina, siempre que tal interpretación se confirme.
Los brazos y las manos
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Desde el punto de vista funcional, los brazos y las manos tienen una gran cantidad de significados psicológicos relacionados principalmente con el desarrollo del ego y la adaptación social. Con nuestros brazos y manos nos alimentamos, nos vestimos, llevamos a cabo nuestras tareas, exploramos nuestro cuerpo y nos relacionamos con las personas que nos rodean.
Dada la amplia importancia de los brazos y las manos en estos aspectos, no es sorprendente que muchos individuos enfrenten dificultades al proyectar estas partes en sus dibujos.
- La dirección y posición del brazo se consideran de gran importancia para determinar la conexión del individuo con su entorno. Cuanto más separados del cuerpo y abiertos se muestren, mayor será la apertura social del sujeto (extroversión), por el contrario, si los brazos se muestran pegados al cuerpo, nos indica que se trata de una personalidad tímida e introvertida, con poca tendencia a abrirse a los demás. Si los brazos se despegan excesivamente del cuerpo indicará superficialidad e incluso debilidad mental.
- Situar los brazos detrás, a la espalda, nos dice que el sujeto trata de evadir los problemas que le acosan, en lugar de hacerles frente adecuadamente.
- Las personas asmáticas o propensas a trastornos bronquiales o respiratorios, suelen dibujar los brazos ondulantes.
- Las manos suelen ser el elemento más comúnmente omitido, seguido por los pies. Cuando se dibujan las manos, a menudo pueden aparecer imprecisas o borrosas (lo que indica falta de confianza en las interacciones sociales, la productividad o ambas).
- Las manos escondidas en bolsillos o detrás de la espalda indica sentimientos de culpabilidad, el sujeto esconde algo de sí mismo o de sus actos que no quiere que los demás sepan.
- Si la mano se dibuja como un puño cerrado, significa agresividad. Si se dibuja mirando al interior de la figura, es autoagresión, si es hacia fuera, agresión hacia los demás.
Los dedos juegan un papel crucial en la experiencia personal de una persona. Son los verdaderos puntos de contacto, tanto es así que, por ejemplo, sus huellas dactilares se utilizan para la identificación más que cualquier otra parte del cuerpo. Los dedos de las manos son tan importantes que cada uno tiene un nombre y también desempeñan un papel en el proceso de contar. Sobresalen como proyecciones que generalmente están a la vista, siendo flexibles e instrumentos de manipulación.
- Cuando no se advierte diferencia entre los dedos y la palma de la mano, indica regresión.
- Si los dedos tienen forma de garra, se trata de una persona egocéntrica y posesiva.
- Si el dibujo tiene las manos con guantes debemos interpretarlo como retracción por parte de la persona, en gran medida por timidez, lo que le obliga a evitar la relación con los demás. Si los dedos están unidos y solo se ve una línea de separación entre ellos, parecido a una manopla el significado es el mismo.
- Las personas que carecen de habilidad manual pueden dibujar los dedos en forma de pétalo, pero no es algo significativo.
- En la adolescencia, cuando se dibujan los dedos con énfasis o los marcan mucho, puede indicar también sentimientos de culpa.
Las piernas y los pies
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Las piernas y, en particular, los pies, son motivo de conflictos y problemas en muchos dibujos. Al analizar estas partes del cuerpo según su función, podemos entender por qué, en un sentido literal, la inseguridad en los pies se refleja en la mayoría de las ilustraciones problemáticas. Además de la capacidad de contacto que las piernas y los pies comparten con los brazos y las manos, también tienen la responsabilidad adicional de sostener y equilibrar el cuerpo en sí, así como de permitir su desplazamiento.
- Los individuos descorazonados, tristes y deprimidos ponen resistencia a dibujar las piernos y los pies, algunos realizan la figura sentada.
- Omitir las piernas es signo de falta de autonomía e incluso de desamparo.
- Unas piernas largas podrían representar la búsqueda de estabilidad, solidez y confianza. Si son extremadamente largas, indica el deseo de madurar, de crecer rápidamente y adoptar el rol de un adulto.
- Las piernas cortas pero bien proporcionadas simbolizan equilibrio, dominio de la realidad, fortaleza y una inclinación hacia lo pragmático en lugar de lo ideal (mantener los pies en la tierra).
- Dibujarlas muy juntas es señal de rigidez y tensión.
- Las transparencias en faldas o pantalones indican problemas con la propia sexualidad.
- Si se transparentan los dedos de los pies o están muy enfatizados en el dibujo, es señal de egocentrismo y puede que agresividad.
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Tamaño
Se trata del espacio que ocupa el dibujo en la hoja de papel. El tamaño de la figura nos proporciona información sobre la autovaloración del individuo que ha realizado el dibujo.
El tamaño puede dividirse en: muy grande, grande, mediano, pequeño o muy pequeño.
- Se considera muy grande cuando no cabe en el área de papel proporcionada y necesita más espacio. Los dibujos de gran tamaño se asocian con una personalidad extrovertida, seguridad y autoconfianza, lo que indica la capacidad de enfrentar desafíos externos.
- Los dibujos grandes con trazos impulsivos, formas extremadamente distorsionadas o inusuales pueden señalar excesiva arrogancia o desdén hacia los demás.
- Los dibujos pequeños o muy pequeños, especialmente si aparecen en una esquina de la hoja, sugieren sentimientos de vulnerabilidad, minusvalía, introversión, inquietud, miedo al entorno, desconfianza y timidez. En situaciones extremas, pueden indicar la posibilidad de trastornos emocionales, depresión o ansiedad.
- Las figuras altas y rectas sugieren un indicativo de autoconfianza, en cuanto a su valía personal y en relación con su posición social y laboral.
Accesorios
La indumentaria simboliza la imagen que el individuo que dibuja desea transmitir sobre sí mismo a los demás. Los conflictos manifestados son menos intensos que los expresados en el cuerpo en sí.
- La presencia de botones es señal de personalidad inmadura, sobre todo si hay bastantes y están puestos sin un sentido. Indican inseguridad y pueden asociarse también a preocupación por la propia salud. También representan dependencia materna.
- Los bolsillos grandes suelen significar sentimientos de culpa y tendencia a esconder los sentimientos. Suelen ser un indicador de conflicto interior.
- Los cinturones delimitan la zona sexual.
- Pipas, cigarrillos y armas de fuego se interpretan como símbolos sexuales; si se destacan de manera muy enfática, sugieren una preocupación sexual activa.
Medio ambiente
La nieve, la lluvia y las nubes sugieren una propensión a la ansiedad; también pueden apuntar a trastornos psicosomáticos o a una agresividad encubierta hacia uno mismo.
Indicadores Emocionales del test de la Figura Humana en niños
Según Koppitz, los Indicadores Emocionales (IE) son señales clínicas que reflejan las actitudes y características subyacentes del niño al realizar el dibujo de la Figura Humana (DFH). Los IE revelan sentimientos y preocupaciones iguales o similares, y una misma actitud puede expresarse a través de varios IE. La presencia de dos o más indicadores emocionales sugiere fuertemente problemas emocionales y relaciones interpersonales insatisfactorias. Además, los define como signos objetivos que no están vinculados a la edad y madurez del sujeto, sino que reflejan sus ansiedades, preocupaciones y actitudes.
Koppitz sostiene que un indicador emocional cumple tres criterios: debe tener validez clínica, es decir, debe poder diferenciar entre los DFH de niños con problemas emocionales y los que no los tienen; debe ser poco frecuente en los DFH de niños normales que no son pacientes psiquiátricos, es decir, el signo debe estar presente en menos del 16% de los sujetos en un nivel de edad dado; y no debe estar relacionado con la edad y maduración, es decir, su frecuencia de aparición en los dibujos no debe aumentar únicamente en función del crecimiento cronológico del niño.
También advierte que no es posible identificar o diagnosticar problemas emocionales basándose únicamente en los IE que aparecen en los DFH. Los IE simplemente sugieren tendencias y posibles dificultades que pueden requerir más o menos investigación, dependiendo del dibujo. Sin embargo, dos o más indicadores emocionales son altamente sugerentes de problemas emocionales y relaciones personales insatisfactorias.
- Integración deficiente: Se refiere a una dificultad evidente en unir adecuadamente las distintas partes del dibujo. El dibujo presenta uno o más elementos separados (no conectados al resto del dibujo). Este factor es común en niños más pequeños o inmaduros. No es válido para niños menores de 7 años y niñas menores de 6 años. A partir de esa edad, este indicador se encuentra en pacientes clínicos, agresivos y, en general, estudiantes con problemas. No está presente en estudiantes bien adaptados o con buen rendimiento académico. Por lo tanto, es un indicador de inmadurez (especialmente en niños mayores), falta de coordinación e impulsividad.
- Sombreado: Según varios expertos, es un indicador de ansiedad y angustia. El grado de sombreado se correlaciona con la intensidad de la angustia del niño. Sin embargo, el sombreado es común en niños pequeños y no sería un indicador de problemas psicopatológicos en esa población.
- Sombreado de la cara: Es bastante inusual en cualquier nivel de edad, por lo que es un indicador emocional válido para todos los niños entre 5 y 12 años cuando aparece en el dibujo. Si el sombreado es muy intenso hasta el punto de cubrir las características faciales, se asocia con niños con problemas de conducta, agresividad o perturbaciones graves. Cuando el sombreado es parcial (afecta solo una parte de la cara), parece reflejar ansiedades específicas relacionadas con los elementos sombreados o sus funciones.
- Sombreado del cuerpo y/o extremidades: Es común en niñas hasta los 7 años y en niños hasta los 8. No es un indicador válido hasta los 8 o 9 años, respectivamente. El sombreado del cuerpo indicaría ansiedad por el mismo. Áreas de preocupación por alguna actividad real o imaginaria, pero no es posible identificar la causa (brazos: robo, agresividad, masturbación. Piernas: crecimiento físico, estatura, sexualidad).
- Sombreado de manos y/o cuello: No es válido antes de los 8 años en niños y 7 en niñas. Preocupación por alguna actividad real o imaginaria con las manos. Problemas emocionales, timidez o agresividad, robo. En cuanto al cuello: esfuerzos por controlar impulsos, alternancia de conductas impulsivas y retraimiento.
- Asimetría en las extremidades: Muy común en niños agresivos, individuos con lesiones cerebrales y estudiantes de educación especial. No se encuentra en buenos estudiantes o en niños introvertidos. En algunos casos, puede atribuirse a torpeza motora, deficiente coordinación visomotora o lateralidad contrariada o cruzada.
- Inclinación de la figura en 15 grados o más: Su presencia es notablemente mayor en población clínica, estudiantes de educación especial o con diversos problemas de aprendizaje en comparación con estudiantes bien adaptados. Aparece tanto en niños introvertidos como en aquellos con conductas disruptivas. Por lo tanto, esta característica no es un buen discriminador entre el grupo de tímidos y el de conductuales. Se supone que indica inestabilidad y falta de equilibrio en general. En los dibujos infantiles, se asocia con un sistema nervioso inestable y una personalidad voluble.
- Figura pequeña: Se presenta con mayor frecuencia en población clínica, niños de educación especial y niños introvertidos (internalizantes) en la población general. Es muy rara en niños agresivos, violentos o con problemas de conducta (externalizantes). Es un buen indicador emocional que expresa inseguridad, retraimiento y, en ocasiones, depresión. En general, las figuras pequeñas muestran inadecuación, yo inhibido y preocupación por las relaciones con el entorno exterior (según algunos autores como Machover).
- Figura grande: Se considera grande una figura de más de 23 cm. Es común en niños pequeños. No adquiere relevancia clínica hasta los 8 años (en ambos géneros). Las figuras grandes, a diferencia de las pequeñas, se relacionan con conductas expansivas, impulsivas, con escaso autocontrol e inmadurez. En niños mayores e incluso adultos, puede ser un rasgo de narcisismo e ideaciones paranoides.
- Transparencias: En los estudios realizados por la autora, se identificaron dos clases de transparencias. La primera consiste en que algunos niños dibujan un esquema básico de la persona (similar a un esqueleto) y luego lo visten. En el segundo tipo, los niños dibujan la figura de forma normal, pero luego enfocan su atención en una parte específica para hacerla transparente (por ejemplo, el estómago, órganos sexuales, entre otros). Esta segunda clase de transparencia es comparable al sombreado y sugiere ansiedad y preocupación por la región particular del cuerpo que se muestra en la transparencia. Generalmente, las transparencias son más comunes en la población patológica que en la población general y también son más frecuentes en niños inmaduros, impulsivos y con conductas disruptivas que en niños introvertidos o con trastornos psicosomáticos. No obstante, la autora sostiene firmemente que las transparencias de áreas corporales específicas no son habituales en los dibujos de la figura humana de los niños en edad escolar. Por lo general, estas transparencias indican angustia, conflicto o miedo intenso, relacionado comúnmente con aspectos sexuales, el nacimiento o la mutilación corporal. Muchos de los niños que dibujan estas transparencias, en realidad, buscan información que los ayude a sentirse más tranquilos con respecto a sus impulsos o experiencias.
Indicadores específicos del test de la Figura Humana
- Cabeza pequeña: Este rasgo se observa con más frecuencia en poblaciones clínicas que en la población general. La autora lo asocia con intensos sentimientos de insuficiencia intelectual, en lugar de apoyar la explicación de Machover de que, al menos en niños, indicaría tendencias obsesivo-compulsivas que buscan ignorar el control del cerebro.
- Ojos desviados: Aparecen con mayor frecuencia en niños que muestran hostilidad hacia los demás, interpretándose el dibujo como un reflejo de ira y rebeldía.
- Dientes: Este rasgo se encuentra en todos los grupos, excepto en el de niños tímidos. Aunque no se considera un signo grave de psicopatología, está bien establecido que su presencia es más frecuente en niños claramente agresivos. Sin embargo, la presencia de dientes por sí sola no puede considerarse como un síntoma indiscutible de trastorno emocional, y esta posibilidad deberá evaluarse junto con otros indicadores en el dibujo.
- Brazos cortos (no llegan a la cintura): Este indicador refleja principalmente una tendencia al retraimiento, dificultades para relacionarse con el exterior y con otras personas. Aunque aparece con mayor frecuencia en poblaciones clínicas, también está presente en niños adaptados pero con problemas de retraimiento, introversión o inhibición de impulsos.
- Brazos largos (llegan a las rodillas): Se observan con mayor frecuencia en niños claramente agresivos que en niños bien adaptados y no aparecen en niños tímidos. Por lo tanto, este indicador se asocia con una relación agresiva con el entorno. Además, los brazos largos en el DFH están vinculados a la interacción con los demás, a diferencia de la tendencia al retraimiento que sugieren los brazos cortos.
- Brazos pegados al cuerpo: Los brazos pegados al cuerpo parecen reflejar un control interno bastante rígido y una dificultad para relacionarse con los demás. Indican una tendencia a la reserva o introversión. En pacientes adultos, podría estar relacionado con pacientes paranoides o esquizofrénicos y la necesidad de defenderse de los ataques del ambiente externo.
- Manos grandes: Según un estudio de la autora, las manos grandes aparecían con mayor frecuencia en niños con necesidades educativas especiales y en aquellos que mostraban agresividad abierta. No se encontraron manos grandes en niños tímidos. Otros estudios sugieren que este rasgo podría ser una conducta compensatoria debido a sentimientos de inadecuación, incapacidad para manipular o dificultades en establecer contacto con otros.
- Manos ausentes (brazos sin manos ni dedos): Este rasgo es más frecuente en población clínica, en niños con lesiones cerebrales y en alumnos de educación especial. También se observa con mayor frecuencia en niños tímidos en comparación con niños agresivos. Por lo tanto, parece que este signo refleja sentimientos de inadecuación, culpa por no poder actuar adecuadamente o incapacidad para hacerlo.
- Piernas unidas: Este rasgo se encontró con mayor frecuencia en población clínica y en niños con trastornos psicosomáticos. Un estudio sobre este indicador emocional sugiere que puede interpretarse como un signo de tensión en el niño y un intento rígido por controlar sus propios impulsos sexuales o su miedo a sufrir un ataque de este tipo. Algunas niñas abusadas presentaban esta característica en sus dibujos. En figuras de adultos, las piernas cerradas se asocian con rigidez, control frágil y rechazo a la aproximación sexual de otros.
- Figuras grotescas (monstruos, payasos, etc.): Dibujar monstruos o figuras grotescas no parece estar relacionado con un comportamiento específico, sino más bien con sentimientos de intensa inadecuación y un pobre concepto de sí mismo. Los niños que dibujan payasos o vagabundos pueden verse a sí mismos como individuos ridículos y no aceptados por los demás. Aunque la aparición de estas figuras puede explicarse parcialmente por experiencias recientes del niño (como visitar un circo), se plantea la hipótesis de que el niño elige representar aquellos temas que le preocupan.
- Más de dos figuras representadas: El dibujo espontáneo de tres o más figuras aparece significativamente más a menudo en los dibujos de estudiantes con bajo rendimiento y niños con necesidades educativas especiales que en la población general.
- Nubes, lluvia, nieve: Estos elementos aparecen principalmente en dibujos de pacientes clínicos y alumnos con escasa adaptación. Las nubes se encontraron especialmente en niños muy ansiosos y con trastornos psicosomáticos. No se encontraron en niños agresivos. Parece ser que las nubes son dibujadas por niños que no se atreven a agredir a otros y, en cambio, dirigen la agresión hacia sí mismos.
Indicadores por omisión elementos corporales
- Falta de nariz: Las conclusiones indican que este signo se asocia con un comportamiento tímido y retraído, sin agresividad aparente, y con poco interés social.
- Ausencia de boca: La falta de este elemento siempre tiene relevancia clínica. Refleja sentimientos de angustia, inseguridad y retraimiento, incluso resistencia pasiva. Este indicador emocional revela la incapacidad o el rechazo del individuo a comunicarse con los demás. Los historiales de los niños que no incluyeron la boca mostraron una alta incidencia de miedo, angustia, perfeccionismo y depresión.
- Falta del cuerpo: Este rasgo es más común en alumnos con necesidades educativas especiales, problemas de aprendizaje o lesiones cerebrales. La omisión del cuerpo es típica en niños más pequeños; sin embargo, puede ser un signo de psicopatología en la etapa escolar. En este último caso, se especula que pueden existir factores de inmadurez, retraso o daño neurológico, pero también podría deberse a trastornos emocionales.
- Falta de brazos: La omisión de los brazos indica ansiedad y culpa por comportamientos sociales inaceptables que involucran los brazos o las manos. Otros estudios (Machover y Levy) lo relacionan con depresión y alejamiento de las personas y del mundo de los objetos. Este último hallazgo no fue confirmado en el estudio de Koppitz.
- Ausencia de piernas: Su falta es extremadamente rara incluso en niños pequeños. Es uno de los primeros elementos que el niño reproduce en la etapa preescolar. Las piernas tienden a aparecer en la secuencia evolutiva del dibujo después de la cabeza y los ojos, incluso antes de que el niño comience a dibujar el cuerpo y los brazos. Por lo tanto, su ausencia no sería accidental, sino que podría indicar un conflicto en esta área o un trastorno emocional con intensa angustia e inseguridad.
- Falta de pies: Este indicador no es significativo hasta los 7 años en las niñas y 9 en los niños. Según el estudio, no parece estar asociado con ningún tipo específico de comportamiento o síntoma. Sin embargo, sí parece reflejar un sentimiento general de inseguridad y desamparo.
- Ausencia de cuello: No es relevante hasta los 9 años para niñas y 10 para niños. A partir de esa edad, aparece significativamente más a menudo en los dibujos de pacientes clínicos, niños con lesiones cerebrales y aquellos con conductas disruptivas. Ninguno de los niños bien adaptados ni los que padecían trastornos psicosomáticos omitieron este rasgo en la figura humana.
Otros indicadores emocionales no validados
- Cabeza de gran tamaño: Parece que puede tener múltiples interpretaciones. La cabeza grande es común en los dibujos de los niños pequeños. A partir de la etapa escolar, se asocia con esfuerzo intelectual, inmadurez, agresión, retraso mental, migrañas o preocupación por el rendimiento escolar. Por lo tanto, podría reflejar preocupación por algún aspecto relacionado con la adecuación y funcionamiento mental, pero no es posible determinar cuál de ellos está implicado con base en esta prueba.
- Ojos vacíos o que no ven: Por un lado, se describen como un signo normal en los dibujos infantiles, y por otro, se asocian con sentimientos de culpa, percepción difusa del mundo, inmadurez emocional, egocentrismo, dependencia y voyeurismo. Es posible que la interpretación de este indicador solo pueda realizarse en población adulta, siendo más controvertida su explicación en niños.
- Mirada de soslayo: Se ha sostenido que la mirada oblicua en el dibujo de la figura humana es un indicio de desconfianza y tendencias paranoicas. Su frecuencia de aparición aumenta con la edad (10, 11, 12 años) en población clínica y normal. Otras explicaciones apuntan a timidez, miedo al mundo exterior y habilidad para dibujar. Se ha observado que los niños más inteligentes dibujan más a menudo miradas oblicuas. El análisis de este indicador debe interpretarse en el contexto del dibujo completo más que como un rasgo independiente.
- Manos escondidas: Se han relacionado con dificultad en el contacto, evasión, sentimientos de culpa, necesidad de controlar la agresión y rechazo para enfrentar una situación (pasividad). Del estudio se deduce que algunos niños, ante la dificultad de dibujar una mano, prefieren evitar la tarea ocultando las manos detrás de la figura, cubriéndolas con otro objeto o colocándolas en los bolsillos. Tal conducta no puede considerarse patológica, sino que más bien revela un buen juicio. De todos modos, se recomienda interpretar este indicador emocional basándose en la presencia o no de otros indicadores emocionales validados (sombreado, dientes, etc.).
- Figura interrumpida en el borde: La conclusión del estudio de Koppitz sobre este indicador no ofrece un denominador común. Los historiales de los niños que lo presentaron mostraron una gran variedad de problemas y síntomas conductuales. También abarcaron niveles de edad, CI y calificaciones de rendimiento escolar muy variados. Parecería que el significado de la figura cortada depende, al menos en cierta medida, de qué parte de la figura ha sido seccionada. Así, el corte de las piernas enteras parece reflejar inseguridad, falta de base o de apoyo seguro.
- La línea base o el suelo: Generalmente, se asocia con la necesidad de respaldo, inseguridad o la búsqueda de un punto de referencia. Estas suposiciones pueden ser ciertas; sin embargo, como señala la autora, los niños pequeños habitan en un mundo de personas «grandes» y dominantes (según su edad y tamaño), por lo que es normal que requieran apoyo. Las líneas de base se encuentran en diversas edades tanto en niños como en adultos y no se consideran un indicador clínicamente significativo de trastorno emocional.
- El Sol o la Luna: Se han relacionado con el amor y el apoyo de los padres y con la presencia de una figura adulta controladora. Estas dos actitudes parentales no son, por supuesto, mutuamente excluyentes. Más niños bien adaptados que pacientes clínicos incluyeron soles en sus dibujos.
- Líneas fragmentadas o quebradas: Se han vinculado con miedo, inseguridad, sentimientos de insuficiencia, ansiedad, obstinación y negativismo. Es común que las líneas fragmentadas aumenten regularmente a medida que avanza la edad. Se podría argumentar que los preadolescentes, como grupo, tienden a ser inseguros y ansiosos, lo que se refleja en el uso de trazos discontinuos en sus dibujos.
- Koppitz, EM (1995). El dibujo de figura humana en los niños. Ed. Guadalupe, Buenos Aires
- Portuondo, J. A. (2007). La figura humana: Test proyectivo de Karen Machover. Biblioteca nueva. Madrid
- Fernandes Sisto, Fermino (2007). Dibujo de la figura humana: análisis del funcionamiento diferencial de los criterios. Interamerican Journal of Psychology, vol. 41, núm. 2, 2007, pp. 215-220
- Xandró, M. (1986). Manual de tests gráficos. Ed. EOS. Madrid