Los últimos avances en las Neurociencias nos llevan a disponer de conocimientos y de praxis aplicables en el campo de la psicoterapia. Por ejemplo, sabemos como el cerebro instaura un trauma y como puede reprocesarlo. Esto nos permite generar un cuerpo de nuevas técnicas y metodologías. Son efectivas para poder superar traumas, fobias, trastornos de ansiedad, estados de tristeza o duelos, por poner algunos ejemplos, en un margen muy breve de tiempo y con resultados perdurables en el tiempo.
Las nuevas terapias neurocientíficas
Este conjunto de nuevas terapias reciben varios nombres: terapias neurocientíficas, terapias de reprocesamiento, neurobiológicas, neurocerebrales, neuroterapias o terapias con bases neurológicas. Todas ellas han sido probadas científicamente y contínuamente aparecen nuevos avances y metodologías. Algunas de las principales serían: el EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares), el Coaching Wingwave, las TIC (Técnicas de Integración Cerebral) y el Brainspotting.
La terapia del EMDR
La primera de ellas es el EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento a través de Movimientos Oculares), de la mano de Francine Shapiro en su descubrimiento a finales de los años 80. La psicóloga americana trabajó emulando el movimiento ocular de la Fase REM. Haciendo que el paciente siguiera con la mirada los sets o movimientos horizontales que producía el terapeuta con los dedos, podía obtener los mismos efectos reparadores que durante el sueño profundo o fase REM. Al dormir movemos los ojos a gran velocidad; este mecanismo natural permite reprocesar las experiencias vividas y además reducir o eliminar el estrés. Con estos movimientos permitimos que se reduzca los niveles de estrés en la amígdala.
Más adelante, en el año 2001 surgió el Coaching Wingwave, de la mano de Cora Besser y de su marido Harry Siegmund. Esta terapia es una evolución de la anterior y combina los movimientos oculares o aleteos (en los tres niveles, arriba, en medio y abajo), además de un test Bi-Digital o test de O-Ring, del Dr. Yoshiaki Omura, que permite medir la respuesta al estrés y la PNL a través del Rapport (creando sintonía con el cliente) y del Feedback (para poder tener una comunicación fluida y en conexión constante con el cliente). El Coaching Wingwave nos permite llegar a la raíz del trauma o del bloqueo, además de trabajar con objetivos o metas futuras. Los movimientos oculares en las tres posiciones permiten también reducir los niveles de estrés en la amígdala.
Las Terapias de Integración Cerebral
En el mismo período surgieron las TIC, las Terapias de Integración Cerebral, con el Dr. Pablo Solvey y la Dra. Raquel Ferrazzano de Solvey, que sostienen que cuando sufrimos de estrés o de cualquier otra clase de dificultad, nuestros hemisferios se desincronizan. El trabajo que hacemos a través de la Técnica de los Anteojos Hemisféricos y la Técnica de Un Ojo por Vez, es estimular alternativamente el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho para que se vuelvan a sincronizar, logrando así un reprocesamiento de la experiencia. También sus estudios prueban que cada hemisferio percibe la experiencia de una manera particular, y que cuando los dos se integran es cuando podemos superar ese conflicto o esa perturbación. Con la sincronización hemisférica se facilita el cambio de los estadios de onda cerebral, reduciendo los niveles de perturbación.
El Brainspotting
Y por último en el año 2003, nació el Brainspotting, con el Dr. David Grand quién trabajando con EMDR descubrió los Brainspots, o puntos de acceso a la experiencia. Son posiciones oculares donde la persona manifiesta una mayor activación o carga de material emocional. Podemos detectar un Brainspot a través de una vara o puntero, explorando los distintos ejes (“eje x” en horizontal, “eje y” en vertical y “eje z” en profundidad). Una vez se conecta con la experiencia se le pide a la persona que observe esa emoción o situación sin ninguna clase de juicio (Mindfulness enfocado). El trabajo de la sintonía dual (cliente – terapeuta) y la sintonía neurológica (enfocar donde está el problema y llevar los recursos disponibles para su reprocesamiento y resolución), permite que la persona pueda trabajar lo sucedido hasta que no exista ninguna sensación, emoción o pensamiento de perturbación. Con la auto-observación de las sensaciones, permitimos que haya un descenso de la perturbación, sobre todo en las estructuras subcorticales del cerebro. Es por esta razón que el reprocesamiento es más profundo.
Todas estas terapias representan nuevos retos para los psicólogos y los terapeutas de la salud. A veces podemos ser reacios a creer que un trauma de muchos años puede superarse con unas pocas sesiones, pero la verdad, es que el cerebro dispone de todos los mecanismos de auto curación necesarios para poder reprocesarlo, sólo hemos de aprovecharlos y potenciarlos.
Aquí tienes un vídeo introductorio sobre las Terapias Neurocientíficas:
https://youtu.be/yU7Il67ztMw