La Teoría del Sociómetro de la Autoestima, en qué consiste

Redactado por Maria Gabriela Canelon . Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 1 agosto 2024.

La autoestima es un mecanismo psicológico complejo que indica el modo en que un sujeto se valora a sí mismo. De acuerdo con la teoría del sociómetro de la Autoestima de Mark Leary, ésta funcionaría como un indicador de aceptabilidad social. Es decir, el ser humano desarrolla la capacidad de percibir señales de rechazo social y la autoestima surgiría inicialmente para que el individuo mantenga niveles mínimos de sociabilidad.

No obstante, la autoestima es regulada por otros factores, como el autoconocimiento o la capacidad de valorar nuestros propios logros. Entonces, la teoría del sociómetro solo toma en cuenta el aspecto social de la autoestima, por lo que es importante tomar en cuenta todas sus funciones.

Teoría del Sociómetro de la Autoestima

El profesor de psicología y neurociencia; Mark Leary,  ha realizado múltiples investigaciones en el campo de psicología social. Entre ellos, ha estudiado la evolución de la autoestima a través del tiempo y sus distintas funciones a nivel psicológico. De este modo, en su artículo de 1995; publicado por la Asociación Americana de Psicología, expone que la autoestima puede servir como un sociómetro que indique el nivel de integración y adaptación de un sujeto a su entorno.

De acuerdo con los estudios de Leary, la autoestima es una función psicológica que ha acompañado al individuo incluso antes que otros procesos como la consciencia. En un estado primitivo, los seres humanos que se mantenían solitarios tenían pocas probabilidades de sobrevivir. Esto se debía a las dificultades para defenderse contra el peligro y la imposibilidad de reproducirse al no juntarse activamente a un grupo. Por estos motivos, se volvió imprescindible para el ser humano mantener niveles mínimos de sociabilidad.

La pertenencia de un sujeto a un determinado grupo social implicaría contar con ciertas características deseables en tal entorno. Entonces, la autoestima en este sentido habría surgido como un termómetro de qué tan efectivo habría sido la adaptación a ese grupo. Evolutivamente, el sujeto ha desarrollado la capacidad de monitorear continuamente el estado inclusivo y detectando posibles señales que denoten desaprobación o rechazo. Desde esta perspectiva, los eventos que disminuyen la autoestima serían los que ponen en peligro los vínculos sociales. Y, el mantenimiento de una autoestima alta sería el efecto de un buen estatus social, exclusividad y beneficios de un grupo.

Otras Funciones de la Autoestima

La Teoría del Sociómetro de la Autoestima ha sido útil en tanto pone en juego dos aspectos de la autoestima en el ámbito social: competencia y valor. De esta forma, la aceptación de un grupo produce la sensación de ser útil, competente y estar transitando en el camino correcto; por lo que incrementa la autoestima. Incluso, a nivel fisiológico, una baja autoestima aumenta las niveles de cortisol, pues los sujetos están programados para aumentar el estrés cuando se presenta la sensación de ser rechazado. Tal situación puede tener impacto en la salud dependiendo también del control que éste tenga en su contexto social.

Aunque la autoestima cumple con ser un importante indicador de aceptación social, actualmente este mecanismo ha evolucionado, componiéndose de otras dimensiones. En este punto, una buena autoestima de una persona corresponde a sus representaciones internas, resultado de un importante proceso de introspección y autoconocimiento. También, la autoestima sana nos demuestra la habilidad para solucionar problemas, la capacidad de acceso a recursos y logro de metas propias.

Por tal motivo, la autoestima no es un constructo unitario sino una colección de representaciones internas, mecanismos de monitoreo y evaluación, que se fueron integrando a través del tiempo. Así, la autoestima no solo se basaría en la capacidad de una persona para integrarse a un grupo determinado, sino en su capacidad para evaluarse a sí mismo; independientemente de la opinión que otros puedan tener.

Dimensiones de una autoestima sana

Tal como se ha mencionado, la teoría de la autoestima como sociómetro es importante, en tanto da cuenta de la dimensión social de la autoestima. Pero, tal propuesta puede llevar a ciertas preguntas reflexivas; por ejemplo, ¿Adaptarse en todos los entornos es necesario? ¿Basar la autoestima en la opinión de los demás siempre es útil?

En un sentido general, la autoestima tendría que ver con una actitud positiva hacia uno mismo, con la capacidad autoconducirse de la forma más sana, feliz y autosatisfactoria posible. En la época actual, no es indispensable la adaptación a todos los contextos, pues el sujeto tiene mayor capacidad de movilización y puede discernir en cuáles ambientes se siente más cómodo y en cuáles no.

La autoestima no necesariamente tiene que provenir de la comparación o de la aceptación de los demás. Más bien, se compone de aspectos como el autoconocimiento y aceptación de nuestras virtudes, limitaciones e historia de vida. Además, una persona con una autoestima sana sería aquella que pudiese mantener a lo largo del tiempo una consideración positiva de sí mismo, respeto y autocuidado. Y, manteniendo una visión del potencial del yo; demorando ciertas gratificaciones instantáneas para conseguir otros objetivos a largo plazo.

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Referencias

Maria Gabriela Canelon Psicologa

Licenciada en Psicología mención Clínica (Universidad Arturo Michelena), psicoterapeuta de enfoque psicodinámico y voluntaria en acompañamiento psicológico a personas LGBTIQ+ (Asociación civil por Todes).