Teoría del Comportamiento Planificado (TPB) de Icek Ajzen

Redactado por Marta Guerri . Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 31 julio 2024.

La Teoría del Comportamiento Planificado (TPB por sus siglas en inglés) es un marco teórico desarrollado por Icek Ajzen en la década de 1980 que busca explicar y predecir las conductas humanas a partir de tres componentes fundamentales: la actitud hacia el comportamiento, las normas subjetivas y el control percibido del comportamiento.

Esta teoría es una extensión de la Teoría de la Acción Razonada (TRA) y se ha convertido en una herramienta imprescindible en el campo de la psicología social y la investigación sobre el comportamiento humano.

Diferencias entre TPB y TRA

A diferencia de la Teoría de la Acción Razonada, la TPB incorpora el control percibido del comportamiento, también conocido como locus de control, que puede ser equivalente a la autoeficacia. Este control percibido se refiere a las percepciones de una persona sobre la presencia o ausencia de recursos y oportunidades necesarios para realizar un comportamiento.

Esta percepción a su vez lleva a una evaluación de la situación y determina cuán probable es que la persona pueda llevar a cabo el comportamiento deseado con los recursos disponibles, considerando también los factores externos fuera de su control total. La inclusión de este componente ha demostrado que la TPB es superior a la TRA para predecir el comportamiento.

Componentes fundamentales de la TPB

1. Actitud hacia el comportamiento

La actitud hacia el comportamiento se refiere a la evaluación positiva o negativa que una persona tiene sobre realizar una determinada acción. Esta evaluación se basa en las creencias sobre las consecuencias del comportamiento y la valoración de estas consecuencias. Si una persona cree que el resultado de un comportamiento será beneficioso, es más probable que tenga una actitud positiva hacia la realización de dicho comportamiento.

2. Normas subjetivas

Las normas subjetivas hacen referencia a la presión social percibida para realizar o no un comportamiento específico. Estas normas se basan en las creencias sobre las expectativas de los demás, como familiares, amigos o la sociedad en general, y en la motivación del individuo para cumplir con estas expectativas. Si una persona percibe que las personas importantes en su vida esperan que realice un determinado comportamiento, es más probable que sienta una mayor presión para llevarlo a cabo.

3. Control percibido del comportamiento

El control percibido del comportamiento se refiere a la percepción del individuo sobre la facilidad o dificultad de realizar un comportamiento. Esta percepción se basa en la presencia de factores que faciliten o dificulten la acción, como recursos, habilidades y oportunidades. Cuanto mayor sea el control percibido, mayor será la probabilidad de que la persona intente realizar el comportamiento.

Intención y comportamiento

Según la TPB, la combinación de estos tres componentes influye en la intención de realizar un comportamiento, que a su vez es el principal determinante de la acción real.

La intención refleja la disposición del individuo a realizar el comportamiento y es un indicador directo de la probabilidad de que la conducta se lleve a cabo. Sin embargo, el control percibido del comportamiento también puede influir directamente en la conducta, independientemente de la intención, especialmente en situaciones donde el control es limitado.

Efectos residuales del comportamiento pasado

En la Teoría del Comportamiento Planificado (TPB), uno de los factores que ha sido objeto de investigación es el efecto residual del comportamiento pasado y reciente. Este aspecto, aunque no forma parte central de la teoría original de Ajzen, ha demostrado tener implicaciones significativas en la predicción del comportamiento futuro.

En el año 2002, Icek Ajzen llevó a cabo nuevas investigaciones para explorar los efectos residuales del comportamiento pasado y reciente. Ajzen concluyó que este factor, aunque presente, no puede ser descrito simplemente como un hábito, a pesar de que muchas personas tienden a conceptualizarlo de esta manera. En cambio, el impacto residual del comportamiento pasado se atenúa cuando las medidas de intención y comportamiento son compatibles.

Influencia del comportamiento pasado en la predicción del comportamiento

El comportamiento pasado también puede influir en la predicción del comportamiento futuro en varios contextos. Ajzen señaló por ejemplo que, en el ámbito de la industria de las agencias de viajes, la elección de viajes previos contribuye a la predicción del comportamiento reciente solo si las condiciones permanecen relativamente estables. Esto sugiere que el comportamiento pasado tiene un efecto residual significativo cuando las circunstancias externas no cambian drásticamente.

Mecanismos de los efectos residuales

Los efectos residuales del comportamiento pasado pueden ser explicados a través de varios mecanismos:

  1. Familiaridad y rutina: Las personas tienden a repetir comportamientos con los que están familiarizadas y que se han convertido en parte de su rutina diaria. Esta repetición puede crear una sensación de comodidad y previsibilidad.
  2. Refuerzos positivos o negativos: Si un comportamiento pasado ha resultado en consecuencias positivas (refuerzos positivos) o en la evitación de consecuencias negativas (refuerzos negativos), es más probable que ese comportamiento se repita.
  3. Desarrollo de habilidades: La repetición de un comportamiento puede llevar al desarrollo de habilidades y competencias específicas, lo que facilita la realización de ese comportamiento en el futuro.
  4. Autoeficacia: La experiencia de haber realizado un comportamiento exitosamente en el pasado puede aumentar la autoeficacia, o la creencia en la capacidad de uno mismo para realizar ese comportamiento nuevamente.

Aplicaciones de la Teoría del Comportamiento Planificado (TPB)

La Teoría del Comportamiento Planificado (TPB) ha demostrado ser una herramienta muy versátil y efectiva en la predicción y comprensión de diversos comportamientos humanos. Algunas de las aplicaciones más significativas de la TPB son las siguientes:

1. Salud pública

  • Educación sexual: La TPB ha sido utilizada para entender y predecir el comportamiento sexual seguro, como el uso de preservativos. La actitud hacia el uso de preservativos, la presión social para utilizarlos (normas subjetivas) y la percepción de control sobre su uso son factores críticos en la predicción de este comportamiento. Las intervenciones que abordan estos tres componentes tienden a ser más efectivas.
  • Actividad física: La promoción de la actividad física también se ha beneficiado del uso de la TPB. Los programas que mejoran las actitudes hacia el ejercicio, refuerzan las normas sociales positivas y aumentan la percepción de control (por ejemplo, proporcionando acceso a instalaciones deportivas) pueden aumentar significativamente la participación en actividades físicas.
  • Dieta y nutrición: Las campañas para mejorar la alimentación saludable pueden utilizar la TPB para entender y cambiar comportamientos dietéticos. Las creencias sobre los beneficios de una dieta saludable, la influencia de las normas sociales y la percepción de control sobre la elección de alimentos son elementos clave que pueden ser abordados para fomentar una mejor nutrición.

2. Psicología Organizacional

  • Satisfacción y desempeño laboral: En el ámbito laboral, la TPB se utiliza para predecir comportamientos como la satisfacción y el desempeño laboral. Las actitudes hacia el trabajo, las expectativas de compañeros y supervisores, y la percepción de control sobre las tareas laborales son determinantes importantes. Los programas de desarrollo organizacional que abordan estos factores pueden mejorar la moral y el rendimiento de los empleados.
  • Rotación de personal: La intención de un empleado de permanecer o dejar una empresa puede ser analizada utilizando la TPB. Comprender las actitudes hacia la organización, la presión social para permanecer (o no) en el empleo y la percepción de control sobre la decisión de cambiar de trabajo puede ayudar a las empresas a desarrollar estrategias para reducir la rotación de personal.

3. Marketing y consumo

  • Evaluación del comportamiento del consumidor: La TPB se ha aplicado en estudios de comportamiento del consumidor para predecir la intención de compra y el uso de productos. Las actitudes hacia un producto, la influencia social y la percepción de control (por ejemplo, facilidad de compra) son factores cruciales que pueden influir en las decisiones de compra. Las estrategias de marketing que consideran estos aspectos tienden a ser más efectivas.
  • Adopción de nuevas tecnologías: La adopción de tecnologías emergentes, como aplicaciones móviles o dispositivos electrónicos, también se puede entender a través de la TPB. La actitud hacia la tecnología, la presión de pares y la percepción de control sobre el uso de la tecnología (como la facilidad de uso) son determinantes importantes para su adopción.

4. Educación

  • Motivación y rendimiento académico: La TPB se ha utilizado para analizar la motivación y el rendimiento académico de los estudiantes. Las actitudes hacia el estudio, la influencia de profesores y compañeros, y la percepción de control sobre el aprendizaje (como la disponibilidad de recursos educativos) son factores que pueden influir en el rendimiento académico. Las intervenciones educativas que abordan estos aspectos pueden mejorar la motivación y el éxito académico de los estudiantes.
  • Participación en actividades extracurriculares: La teoría también ayuda a entender la participación de los estudiantes en actividades extracurriculares. Las creencias sobre los beneficios de estas actividades, las normas sociales y la percepción de control (como el acceso y tiempo disponible) pueden influir en la decisión de participar.

5. Medio ambiente

  • Comportamiento proambiental: La TPB ha sido útil para predecir comportamientos proambientales, como el reciclaje, la reducción del uso de plásticos y la conservación de energía. Las actitudes hacia el comportamiento proambiental, las normas sociales y la percepción de control (como la disponibilidad de opciones de reciclaje) son factores que determinan la probabilidad de que una persona se involucre en estos comportamientos. Las campañas medioambientales que abordan estos aspectos pueden fomentar prácticas más sostenibles.

Fortalezas y limitaciones de la TPB

Fortalezas de la TPB

1. Explicación del comportamiento no volitivo

Una de las principales fortalezas de la Teoría del Comportamiento Planificado (TPB) es su capacidad para explicar el comportamiento no volitivo, algo que la Teoría de la Acción Razonada (TRA) no logra abarcar completamente. El comportamiento no volitivo se refiere a acciones o conductas que no son el resultado directo de decisiones conscientes o intencionales del individuo. En otras palabras, son comportamientos que se realizan sin una intención deliberada y pueden estar influenciados por factores externos o automáticos, en lugar de un control voluntario y racional.

La TPB introduce el concepto de «control conductual percibido», que se refiere a la percepción de un individuo sobre la facilidad o dificultad de realizar una acción, considerando tanto los recursos personales como las oportunidades externas.

2. Mejora en la predicción del comportamiento

Esta teoría incluye el control conductual percibido, permitiendo que la TPB prediga con mayor precisión la relación entre la intención conductual y el comportamiento real. Esto es especialmente relevante en contextos donde el control sobre el comportamiento es limitado. Varios estudios han demostrado que la TPB es más eficaz que la TRA en predecir comportamientos relacionados con la salud, como el uso del condón, la actividad física, la dieta y otros hábitos saludables.

3. Consideración de normas sociales

Al igual que la TRA, la TPB incorpora la importancia de las normas sociales. Esto permite una comprensión más completa del comportamiento social del individuo, ya que considera la presión percibida de los demás y la motivación para cumplir con estas expectativas.

4. Aplicabilidad en diversos campos

La TPB ha sido aplicada con éxito en numerosos campos, y esta versatilidad la convierte en una herramienta valiosa para entender y predecir comportamientos en diferentes contextos.

Limitaciones de la TPB

1. Dependencia del procesamiento cognitivo

Una crítica importante a la TPB es su dependencia en el procesamiento cognitivo. La teoría asume que los individuos toman decisiones de manera racional y consciente, lo cual puede no siempre ser el caso. Las necesidades y emociones personales, que pueden influir significativamente en el comportamiento, no se consideran adecuadamente en este modelo.

2. Ignorancia de necesidades personales y emociones

La TPB no aborda cómo las necesidades personales pueden afectar el comportamiento. Por ejemplo, una persona puede tener una actitud positiva hacia comer un bistec pero decidir no hacerlo porque no tiene hambre. Además, las emociones pueden influir en las creencias y otros componentes del modelo. Por ejemplo, alguien puede tener una actitud negativa hacia el consumo de alcohol pero participar en ello para ser aceptado por un grupo social.

3. Problemas en la aplicación y métodos de investigación

La predictibilidad del comportamiento relacionado con la salud en estudios anteriores ha sido limitada, en parte debido a la mala aplicación del modelo y a los métodos y medidas utilizados. La mayoría de la investigación sobre la TPB es correlacional, lo que limita la capacidad para establecer relaciones causales. Aunque los estudios experimentales pueden proporcionar evidencia más sólida, estos a menudo carecen de validez externa.

4. Bidireccionalidad de las asociaciones

Investigaciones recientes sugieren que las asociaciones entre actitudes, normas sociales, control conductual percibido e intenciones pueden ser bidireccionales. Por ejemplo, en un estudio, se pidió a los participantes que formaran la intención de apoyar a una organización ambiental. Posteriormente, sus actitudes, normas sociales y control conductual percibido cambiaron, mostrando una mayor propensión a actitudes positivas hacia la organización y una mayor suposición de que su grupo social compartiría estas actitudes.

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Referencias

  • Ajzen, I. (1991). The theory of planned behavior. Organizational Behavior and Human Decision Processes, 50(2), 179-211.
  • Ajzen, I. (2002). Perceived behavioral control, self‐efficacy, locus of control, and the theory of planned behavior. Journal of Applied Social Psychology, 32(4), 665-683.
  • Armitage, C. J., & Conner, M. (2001). Efficacy of the theory of planned behaviour: A meta‐analytic review. British Journal of Social Psychology, 40(4), 471-499.
  • https://es.scribd.com/document/525474575/La-Teoria-Del-Comportamiento-Planificado-Icek-Ajzen
Mguerri

Marta Guerri es Licenciada en Psicología por la UOC y Diplomada en Enfermería por la UB. Es Psicóloga General Sanitaria, con un Máster en Terapia de la Conducta y la Salud, Postgrado en Terapia Familiar Socioeducativa, y un Postgrado en Salud Mental y Psiquiatría por la Universitat de Barcelona (UB). Ha trabajado en terapia con familias con vulnerabilidad social en el Servicio de Orientación y Acompañamiento a Familias (SOAF) y actualmente ejerce de Psicóloga en la Clínica Fertty, donde se dedica a la atención de pacientes y donantes en tratamientos de fertilidad. Además, es miembro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), donde dirige uno de los grupos de estudio dedicado a la atención de donantes y ha realizado distintas ponencias sobre este tema. Es CEO y gestora de contenidos de Psicoactiva.com, un portal líder en psicología, que ha crecido hasta convertirse en una comunidad de referencia en el ámbito de la psicología y las neurociencias. Marta ha publicado varios libros sobre psicología y salud emocional, incluyendo "Inteligencia Emocional, una guía útil para mejorar tu vida" y "Entrenamiento mental para mejorar tu inteligencia" de la editorial Mestas Ediciones. Además, a través de su trabajo voluntario con la asociación Cracbaix, se dedica a asesorar a las familias con hijos de Altas Capacidades Intelectuales.