El síndrome de Amok proviene de una palabra malaya que significa ‘atacar y matar con ira ciega‘. Su nombre se debe a que fue en Malasia en donde se observó por primera vez este fenómeno.
De hecho, en el Diccionario de la Real Academia Española, Amok se define como “entre los malayos, ataque de locura homicida”.
Síndrome de Amok
De acuerdo con la psicóloga Agostina Ventura, en su estudio de homicidas en masa, el síndrome queda descrito como un conjunto de comportamientos caracterizados por una explosión repentina de la conducta agresiva que de forma usual conduce a la lesión y muerte, tanto del otro como del agresor.
En el campo de la psiquiatría, el síndrome de Amok está asociado con la cultura y consiste en una explosión súbita y espontánea de rabia salvaje, que lleva a que la persona afectada corra armada y locamente, con deseos de ataque y mate o hiera de forma indiscriminada a los animales o personas que se le atraviesan. Esto ocurre hasta que el sujeto se suicida o es inmovilizado.
La palabra Amok, tal como se ha descrito, proviene del malaya “meng-âmok”, que se traduce como ‘matar y atacar con ira ciega’. Por ello, se les llamaba los ‘sin control’.
Por lo tanto, Amok describe una serie de comportamientos en los que hay una explosión inesperada de conductas agresivas que llevan a la muerte o lesión de los otros, y del agresor mismo.
Los primeros que dieron cuenta de que esto existía fueron los individuos de la cultura de Malasia y otros lugares similares como Asia, Occidente y en el Pacífico.
Sin embargo, más que un homicidio en particular, Amok trata de un asesinato en masa que es cometido a menudo por un hombre que ha pasado un tiempo en aislamiento social y se ha sentido melancólico. La agitación que dicho sujeto experimenta termina en el intento o el asesinato de varias personas.
Uno de los primeros relatos sobre Amok, o sobre los fuera de control en el Oeste, provino del Capitán Cook, en el año 1770 y, a pesar de que fue descrito en la literatura cerca del siglo XX, la verdad es que el comportamiento de los ‘sin freno’ ya era bien conocido en Malasia desde hacía varios siglos.
No obstante, la definición en sí fue dada a conocer por el psiquiatra americano Joseph Westermeyeren, en el año 1972.
De acuerdo con la literatura en psiquiatría, el ataque homicida va precedido de un período de preocupación, depresión moderada y pesadumbre.
En la actualidad, y en algunos casos recientes, es posible notar cómo los autores de los ataques los anuncian a través del Internet.
Luego del ataque la persona queda completamente exhausta, agotada, muchas veces con amnesia completa y, en muchos casos, termina por suicidarse.
El síndrome de Amok y los asesinos en masa
Muchas veces, a los asesinos en masa se les asocia con este síndrome de Amok, así como también se les vincula en algunas ocasiones con el estrés postraumático, especialmente el sufrido por algunos exsoldados que han padecido experiencias traumáticas en batalla. Sin embargo, a estos últimos casos se les suele catalogar como “psicosis de guerra”.
La Organización Mundial de la Salud describe el síndrome de Amok como “un episodio aleatorio, aparentemente no provocado, de un comportamiento asesino o destructor de los demás, seguido de amnesia y/o agotamiento”. En ocasiones va acompañado de un viraje que termina en un comportamiento autodestructivo, es decir, de provocarse lesiones, amputaciones o terminar en el suicidio.
En el caso del DSM-IV, el síndrome de Amok se describe como un síndrome cultural, calificándolo como “un episodio disociativo caracterizado por un período de depresión seguido de una manifestación de comportamiento agresivo, violento u homicida, dirigido a objetos o a personas”.
El episodio es desencadenado por una percepción de la persona que le lleva a considerar que le están faltando el respeto o le insultan y parece ser más común entre los hombres.
Dicho episodio también está acompañado con frecuencia por ideas paranoides, amnesia, automatismo, agotamiento y retorno al estado premórbido tras el episodio.
En muchas ocasiones, el Amok puede aparecer durante un episodio psicótico breve o ser el inicio de un estado de exacerbación de un proceso psicótico crónico.
Aunque los informes originales empleaban este término en Malasia, la verdad es que se han encontrado patrones de comportamiento similares en Laos, Polinesia, Filipinas, Papúa, Nueva Guinea, e incluso en Puerto Rico, en donde se le denomina “mal de pelea”.
En el ámbito de la criminología se asocia este término a muchos asesinos masivos, a los cuales se les consideran que padecen de este síndrome y se cree que surge porque los sujetos van acumulando tensión debido a diferentes causas, acompañado de preocupación, depresión y desolación. Tras pasar tiempo acumulando tensión, comienzan a emitir señales de que van a producir un ataque.
Así, llega un día, en el que luego de tanta tensión acumulada, y habiendo planificado de forma estratégica su acción, proceden a dar cabida al ataque de rabia de forma salvaje.
Es por ello que, quienes padecen el síndrome de Amok, suelen estar armados y comienzan a herir, atacar y asesinar de manera indiscriminada a quien se cruce en su camino. Todo termina cuando el sujeto es detenido o se suicida.
- García Heras, I. (2019). Análisis del perfil criminológico y la temática de asesinos en serie en una obra de ficción.
- Mendoza, M. M. (2017). ASESINOS EN SERIE Y PSICÓPATAS.
- Ventura, A. (2019). Estudios de asesinos en masa con datos empíricos, revisión bibliográfica. Universidad del Aconcagua. Facultad de psicología. Argentina.