Raymond Cattell fue uno de los psicólogos más importantes del siglo XX. Sus investigaciones se centraron principalmente en la inteligencia y la personalidad del ser humano. Estos estudios dieron como resultado la conocida como teoría de la inteligencia. ¿Quieres saber de qué se trata? Profundicemos.
Quién fue Raymond Cattell
Raymond Cattell fue un psicólogo británico que dedicó prácticamente toda su vida a realizar investigaciones sobre la mente humana. Estos estudios indagaron principalmente en todos los aspectos que conforman la personalidad y la inteligencia humanas.
Así, este psicólogo se interesó por temas como la motivación, la emoción, el aprendizaje, la creatividad, la orientación académica y profesional y la interacción social. Este conjunto de temas son los que vertebran sus investigaciones y sus resultados se recogen en su famosa teoría de la inteligencia.
Pero, ¿en qué se basa esta teoría? En primer lugar, Cattell se dio cuenta de que existían una serie de factores que estructuran la inteligencia. De ellos, hubo dos que identificó como los principales, y que explican el resto de su teoría. Estos son la inteligencia fluida y la inteligencia cristalizada.
La teoría de la inteligencia
La teoría de la inteligencia de Raymond Cattell desglosó una serie de aptitudes a nivel cognitivo. Las dos primeras que identificó son el razonamiento fluido y la comprensión-conocimiento. Estos dos factores son los que, según sus estudios, explican el resto.
La primera de ellas, el razonamiento fluido o inteligencia, hace referencia a las operaciones mentales que una persona hace para resolver problemas de los cuales no posee un conocimiento previo.
Esto significa, por lo tanto, que no pueden ser realizados de forma automática, sino que exige al individuo analizar, razonar, identificar y hacer uso de experiencias pasadas para resolver esta nueva tarea o afrontar un nuevo problema que resolver.
Este tipo de inteligencia está también muy asociada a la edad de cada individuo, y se considera que comienza a deteriorarse a partir de los 20 años. Este indicador se utiliza para comprobar el potencial que cada persona tiene para lograr éxito académico y un alto rendimiento profesional.
El otro tipo de inteligencia es la cristalizada, también llamada comprensión-conocimiento. En este caso, esta acepción denomina la amplitud y profundidad de los conocimientos ya adquiridos. Es decir, el individuo utiliza este tipo de razonamiento para resolver problemas con recursos adquiridos anteriormente.
Estos recursos pueden ser, por ejemplo, el lenguaje o la educación recibida. Por lo tanto, este tipo de inteligencia deriva del aprendizaje y está muy influenciada por la cultura y la socialización de la persona a lo largo de su vida.
Otras aptitudes de la teoría de la inteligencia
Estos son los dos grandes rasgos que fundamentan la teoría de la inteligencia, aunque hay otros aspectos que la componen. Uno de ellos es el conocimiento cuantitativo, que se define como la cantidad y la profundidad del conocimiento numérico y matemático.
Asimismo, otros de los rasgos analizados son la aptitud para la lectura o escritura. Este factor es similar al anterior, aunque en lugar de hacer referencia al ámbito matemático lo hace al lingüístico. Aquí entran habilidades como la comprensión lectora, la capacidad para deletrear o el aprendizaje de idiomas.
Otro de los aspectos son los relacionados con la memoria. Por un lado, está la memoria a corto plazo, que es la capacidad de retener y gestionar la información obtenida de forma más reciente.
Por otro lado, está el almacenamiento a largo plazo y reproducción, que permite almacenar información en la memoria para después poder recuperarla y, de esta forma, asociar ideas con fluidez o denominar cosas.
El procesamiento visual es otro de los aspectos que aborda la teoría de la inteligencia. En él, Cattell se refiere al proceso visual como la aptitud para almacenar, recuperar y modificar imágenes.
El procesamiento auditivo es una aptitud similar a esta última, solo que está relacionado con la percepción de sonidos y el funcionamiento del sistema auditivo. Aquí se encuentra la capacidad para discriminar frecuencias y tonos, la resistencia a la distorsión sonora y la memoria para los sonidos.
También muy importantes son la velocidad de procesamiento o el tiempo de reacción y decisión. La primera de ellas se asocia con la capacidad de realizar tareas cognitivas fáciles o sobreaprendidas de forma eficiente.
Por su parte, el tiempo de reacción y decisión es la aptitud que permite dar respuesta y tomar decisiones de forma rápida ante la aparición de estímulos concretos. Lo que mide, por lo tanto, es el tiempo que se tarda en elegir entre varias alternativas y la velocidad de procesamiento de la información.
En definitiva, Raymond Cattell dedicó su vida a investigar los factores que influyen en la inteligencia hasta desarrollar esta teoría, una de las más importantes al respecto.