Las ilusiones ópticas son la mejor prueba de que nuestros sentidos pueden engañarnos.
Así, podemos volver a la vieja duda de Descartes y preguntarnos, «¿cómo sé si todo es real y mis sentidos no me engañan?»
Han sido muchos los campos que han tratado de indagar qué ocurre con nuestro sentido de la vista al momento en el que se nos presenta una ilusión óptica.
Aunque la publicidad ha sabido sacar un buen partido de esto, la psicología y la oftalmología, cada uno desde su campo, también ha estudiado estos fenómenos.
¿Qué son las ilusiones ópticas?
Las ilusiones ópticas pueden hacer que veamos objetos cercanos, cuando en realidad están lejos, o viceversa; también, pueden hacernos creer que hay objetos moviéndose, cuando en realidad no es así, entre otros casos.
Ante esto, nos preguntamos si se trata del objeto, de nuestro campo visual o si será nuestro cerebro haciéndonos una mala jugada.
Para Lazzari y otros investigadores –en el análisis sobre los aportes que han hecho las ilusiones ópticas a diferentes campos del conocimiento-, estas ilusiones están vinculadas a los sentidos y lo que ocurre es una distorsión en la percepción.
De modo que, las ilusiones ópticas, valiéndose de la vista como su nombre indica, nos llevarían a tomar la realidad de una forma distorsionada.
A su vez, estas ilusiones pueden ser de naturaleza fisiológica, cuando derivan de la estimulación de los ojos o del cerebro, o de corte cognitiva, cuando se trata del conocimiento que construimos acerca del mundo.
Tal como podemos notar, las ilusiones ópticas no tratan solamente de figuras divertidas, aunque pueden serlo, sino que compromete mucho más, ya que constituye una entrada fascinante hacia un mundo en el que podemos cuestionarnos qué tanto conocemos sobre la realidad en sí.
Las ilusiones ópticas pueden hacernos percibir la realidad de diferentes modos, bien sea por sobreestimulación visual, a través del color, brillo, movimiento, encandilamiento, entre otros.
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Si la raíz de la ilusión es cognitiva, entonces podemos ver varias figuras en un mismo plano.
En todo caso, las ilusiones ópticas logran que nuestros sentidos se confundan y que capten algo que en realidad no existe, o que lo veamos de forma parcial y no por completo, lo cual se debe a que el cerebro y el sentido de la vista funcionan en conjunto.
Pero, a pesar de llamarse “ópticas”, la vista no es la única engañada, sino que la también mente se confunde, pues, los ojos emiten una información al cerebro y este no tiene claridad sobre cómo debe accionar, por lo que se esfuerza al intentar comprobar varias veces.
Esto es lo que ha hecho que las ilusiones ópticas se dividan en dos grupos, las de origen fisiológico y las de naturaleza cognitiva.
Tipos de ilusiones ópticas
Los tipos de ilusiones óptica son los siguientes:
- Ilusiones ópticas fisiológicas: surgen debido a la repetición, o al exceso de estímulo. Influye el parpadeo, la luminosidad, el movimiento, color o inclinación. Puede ocurrir por cansancio en la retina, astigmatismo, irradiación, entre otras. Las señales neurales y sensoriales se alteran. Un ejemplo de esta ilusión es la rivalidad binocular en la que separaciones mínimas, a nivel horizontal, crean una idea de profundidad.
- Ilusiones ópticas cognitivas: tienen lugar cuando el cerebro hace una mala interpretación de la información recibida a través de los ojos. Dichas conclusiones se crean inconscientemente basándose en la idea preconcebida del mundo.
Estas ilusiones cognitivas se dividen en otras más:
- Ambigüedades: conformadas por objetos o imágenes que generan una interrupción en las interpretaciones. Ocurre porque el cerebro trata de organizar lo que observa, pero algunas agrupaciones resultan ambiguas, como el clásico ejemplo del pato/conejo, en la que se puede ver una imagen con las dos formas.
- Distorsiones: o errores en la longitud, tamaño, ángulos, curvatura o cualquier propiedad similar. Es usual encontrarla en pinturas, dibujos y fotografías en las que son modificadas algunos aspectos y al final la imagen parece ser tridimensional, por ejemplo.
- Paradojas: cuyo centro son objetos imposibles, tales como los realizado por el artista M.C Escher, quien creó sorprendentes escaleras interminables y mundos imaginarios.
- Ficciones: en estas ilusiones, el estado mental se altera y se perciben imágenes que en realidad no tienen existencial alguna en el plano.
Hacer referencia a las ilusiones ópticas en realidad nos lleva a llegar más allá de la realidad física para instalarnos en la realidad mental.
En este sentido, las ilusiones nos pueden llevar a interrogarnos si es posible confiar en todos los datos que nos aportan los sentidos, o si la realidad es tal como creemos conocerla.
Sin importar la respuesta, en lo que sí podemos confiar es en el hecho de que la percepción es un tema complejo por ahondar.
Diviértete con estos juegos de inteligencia y lógica
- Barbón, J. J. (2012). Ilusiones ópticas arriba-abajo (s. XIX). Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología, 87(3), 97-98.
- Gibilisco, S. (1991). Ilusiones ópticas: rompecabezas, paradojas y enigmas (No. 080 S45Y v. 5).
- Lazzari, L. L., Moulia, P. I., & Gervasoni, A. I. (2016). Aportes de las ilusiones ópticas a diferentes campos del conocimiento. Cuadernos del CIMBAGE, (18), 81-107.
- Paladini, A. (2019). Ilusiones ópticas: cuerpo y distorsión (Doctoral dissertation, Universidad del Este).