Es importante mantener un equilibrio entre el trabajo y el descanso para mantener el bienestar mental. Sin embargo, en redes sociales se promueven prácticas como el “Bed Rotting”, que implica pasarse horas y días enteros en cama con el fin de recuperarse de las exigencias cotidianas.
Lamentablemente, se ha descubierto que este tipo de hábitos pueden llevar a peligrosas consecuencias para salud; como enfermedades cardiovasculares o declive cognitivo. Aun así, existen grupos de personas que incentivan a un estilo de vida ausente de responsabilidades, estrés y ansiedades; lo cual termina siendo poco realista. Por tanto, se recomienda llevar a cabo actividades alternativas; como salir de paseo o llamar a un amigo, que permitan recargarse sin comprometer el bienestar físico y mental del sujeto.
¿Qué es el Bed Rotting?
El 13 de febrero de 2024, la página web Dictionary.com agregó el término Bed Rotting en su sistema de datos. Este sitio electrónico se encarga de recopilar la jerga de uso común entre los usuarios de internet. Así, según su definición, Bed Rotting se referiría al retiro voluntario de un sujeto para “evitar el estrés cotidiano” y “recargarse física y emocionalmente”. De este modo, el Bed Rotting implica quedarse en cama la mayor parte del día sin realizar ninguno de los quehaceres diarios; solamente actividades sencillas. Entre ellas, ver televisión, dormir, consumir contenido en redes sociales y leer; siempre en un lugar muy cómodo y acogedor, como la habitación. Además, las personas que practican Bed Rotting evitan cocinar, por lo que suelen comer grandes cantidades de snacks y comida basura.
El Bed Rotting es promovido en redes sociales como una práctica que tiene por objetivo el descanso óptimo de la persona, llevando al bienestar mental. Se trata de una oda a la tranquilidad como escape de un mundo rápido y exigente en el que la comodidad personal suele relegarse. Realmente, nos encontramos en una época en la que la sociedad nos presenta un sinnúmero de retos diarios y esto puede llevar a querer aislarse por completo. No obstante, ¿el Bed Rotting es una alternativa beneficiosa, o termina empeorando la salud mental del individuo?
Las peligrosas consecuencias del Bed Rotting
Como se ha mencionado, el querer descansar unos minutos más antes de ir al trabajo, o desear llegar a casa para ver una película puede ser normal. Especialmente, en un mundo exigente como el que nos encontramos. Sin embargo, lo que propone la práctica del Bed Rotting puede suponer un abuso en cuanto a tales deseos. Ya que, no se descansa por un par de horas, sino que pueden volverse días enteros “pudriéndose en la cama”.
Lamentablemente, las prácticas que se llevan a cabo en el Bed Rotting; a mediano plazo, pueden llevar a peligrosas consecuencias físicas y psicológicas. Por ejemplo, el sedentarismo y una dieta deficiente puede llevar a sobrepeso, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También, el aislamiento social y el estar expuesto solamente a luces artificiales; sin recibir luz solar, son factores de riesgo para el desarrollo de sintomatología ansiosa y depresiva. Todas estas variables, sumándole el uso excesivo de aparatos electrónicos, han sido asociadas al declive cognitivo en personas menores de 65 años. Ya que, el cerebro humano es capaz de realizar actividades retadoras continuamente; de lo contrario, se produce deterioro cognitivo.
Es importante recalcar que, desde un punto de vista psicológico, el Bed Rotting puede traer pensamientos intrusivos en el sujeto. Puesto que, se ha pasado demasiado tiempo en cama sin cumplir ninguna meta o proyecto. Entonces, el darse cuenta de ello solo trae la sensación de haber desperdiciado demasiado tiempo. Como efecto, la persona puede presentar sentimientos de culpa y disminuir su autoestima.
¿Cómo salir del ciclo del Bed Rotting?
Aunque puede ser tentador quedarse muchas horas en cama para descansar, no solo genera efectos negativos para la salud, sino que termina volviéndose un círculo vicioso del que es muy difícil salir. De este modo, la reducción de actividades diarias disminuye la oportunidad de experimentar sensaciones placenteras de autorrealización, logro o dominio. Por esto, la persona empieza a sentir que su vida carece de sentido y se abruman fácilmente por las dificultades. Progresivamente, experimentan más angustia, miedo y pensamientos negativos que les genera más deseos de mantenerse en cama para evitar los retos de la vida cotidiana.
Para evitar caer en este ciclo, es importante mantener equilibrio entre placer y deber, incluyendo horarios específicos entre la semana para un óptimo descanso. Por otra parte, creer que puede existir una vida sin retos, exigencias o ansiedades es irreal; puede ayudar ir a terapia psicológica para aprender a lidiar con los momentos estresantes de la vida. Por último, considerar otras alternativas para el descanso, en vez de quedarse en cama. Algunas opciones pudiesen involucrar salir a dar un paseo, ir al cine o comer con amigos; todo esto permite recargarse anímicamente sin necesidad de comprometer la salud.
- Aguirre, D., Henao, E., Tirado, V., Muñoz, C., Giraldo, D. (2014). Factores asociados con el declive cognitivo en población menor de 65 años. Una revisión sistemática. Revista Colombiana de Psiquiatría. Extraído de: https://www.redalyc.org/pdf/806/80631556008.pdf
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