Aprender puede parecer una tarea titánica, especialmente cuando nos enfrentamos a conceptos que, a simple vista, parecen demasiado complejos. Sin embargo, el método Feynman nos ofrece una forma simple y efectiva de comprender ideas profundas, explicándolas como si fuéramos niños.
Este enfoque, bautizado con el nombre del famoso físico Richard Feynman, no solo se ha convertido en un recurso popular para aprender cualquier cosa, sino que también tiene raíces sólidas en la psicología del aprendizaje.
¿Qué es el método Feynman?
Richard Feynman fue un físico brillante, pero también un comunicador excepcional, con la capacidad de explicar teorías complicadas de una manera tan clara y sencilla que cualquier persona, sin conocimientos previos, pudiera entenderlas.
Según Wray (2018), Feynman creía que la mejor manera de dominar un tema es ser capaz de enseñarlo; así nació el método que lleva su nombre, una técnica que puede dividirse en cuatro pasos clave:
- Elige un tema.
- Explica el concepto como si fueras un niño.
- Identifica los puntos de confusión.
- Revisa y simplifica.
El impacto psicológico del método Feynman en el aprendizaje
La psicología del aprendizaje está íntimamente ligada al proceso de simplificación, y según Biggs y Tang (2011), los estudiantes aprenden mejor cuando se les da la oportunidad de aplicar lo que han aprendido en contextos nuevos y distintos, y esta es una de las grandes ventajas del método Feynman.
Al explicar un concepto como si se estuviera hablando a un niño, nos obligamos a descomponer la información en piezas más pequeñas y manejables, lo que facilita una comprensión más profunda y duradera.
Paso a paso del método Feynman
Veamos cuáles son los principales pasos del método Feynman
1. Elige un tema
El primer paso es elegir un tema que desees aprender o entender mejor, y es recomendable comenzar con algo que te resulte interesante pero que todavía no domines por completo. El interés personal es clave, ya que el entusiasmo facilita la motivación intrínseca, esencial en el proceso de aprendizaje.
2. Explica el concepto como si fueras un niño
Este paso es crucial, ya que implica articular el concepto de manera extremadamente simple, usando palabras básicas y ejemplos cotidianos. Este proceso de simplificación está asociado con el pensamiento crítico, ya que obliga a la persona a destilar la esencia del tema, evitando jerga innecesaria y términos complejos.
Es aquí donde la magia del método Feynman realmente ocurre, ya que al intentar explicar un concepto de esta manera, es fácil identificar las partes que no se comprenden del todo.
3. Identifica los puntos de confusión
Durante el proceso de explicar un tema de manera sencilla, inevitablemente nos toparemos con puntos que no podemos explicar fácilmente, ya que la identificación de estos puntos de confusión es clave para el aprendizaje, ya que nos permite ver claramente nuestras lagunas de conocimiento.
Cuando encontramos una parte que no podemos explicar de manera simple, significa que necesitamos profundizar en esa área específica para fortalecer nuestra comprensión.
4. Revisa y simplifica
Finalmente, después de identificar los puntos débiles en nuestro conocimiento, es momento de volver a la fuente, investigar nuevamente y simplificar esos aspectos, y este proceso de revisión es crucial para fortalecer la memoria y mejorar la comprensión.
Enseñar a otros (o prepararse para hacerlo) aumenta la comprensión y la retención de la información, ya que el acto de enseñar exige que pensemos de manera más organizada y estructurada.
La relación entre el método Feynman y la enseñanza activa
El método Feynman se alinea estrechamente con los principios de la enseñanza activa, un enfoque en el que los estudiantes están involucrados activamente en el proceso de aprendizaje, en lugar de ser receptores pasivos de información, ya que según Prince (2004), la enseñanza activa ha demostrado ser más efectiva que la enseñanza pasiva para la retención a largo plazo y la comprensión conceptual.
Cuando intentamos explicar un concepto a alguien más, participamos en un tipo de enseñanza activa, que, según varios estudios, facilita un aprendizaje más profundo (Prince, 2004).
Al explicar conceptos complejos de una manera simple, también estamos recurriendo al efecto de generación, un fenómeno que implica que la información es recordada mejor cuando la generamos nosotros mismos en lugar de solo leerla o escucharla.
Según Slamecka y Graf (1978), este efecto es un componente clave del método Feynman, ya que al crear explicaciones propias, profundizamos nuestra comprensión del material. La enseñanza no solo refuerza el conocimiento sino que también aumenta la confianza, ya que ser capaz de explicar algo contribuye a sentir un dominio genuino sobre el tema.
Importancia del método Feynman y aplicaciones
Uno de los mayores enemigos del aprendizaje efectivo es la ilusión del conocimiento, la creencia de que entendemos algo más profundamente de lo que realmente lo hacemos. Según Roediger y Butler (2011), muchas personas tienden a confundir familiaridad con comprensión, lo cual se vuelve un gran obstáculo para el aprendizaje profundo.
El método Feynman no solo se aplica al ámbito académico, sino que también puede ser útil en situaciones de la vida cotidiana, como al aprender una nueva habilidad, abordar un problema complejo en el trabajo, o incluso al explicar una situación personal.
Según Perkins (2010), la habilidad de simplificar y comunicar de manera efectiva no solo nos ayuda a comprender mejor, sino que también nos permite conectar con otras personas de manera más significativa.
El método Feynman y la creatividad
Otro aspecto interesante del método Feynman es su capacidad para fomentar la creatividad. Según Csikszentmihalyi (1996), la creatividad surge cuando somos capaces de combinar conceptos de diferentes campos y hacer conexiones inesperadas.
Al utilizar el método Feynman, inevitablemente estamos buscando formas de simplificar conceptos y, en ese proceso, es posible que descubramos nuevas perspectivas o conexiones que antes no habíamos notado.
¿Qué hacer cuando no puedes explicar un concepto?
Si durante el proceso de aplicar el método Feynman te encuentras con partes de un tema que no puedes explicar de manera sencilla, es importante no desanimarse. En cambio, esto debería ser visto como una oportunidad para profundizar.
Según Ericsson y Pool (2016), los grandes expertos en cualquier campo se distinguen porque se enfrentan continuamente a sus límites y trabajan específicamente en esas áreas débiles. La clave está en la práctica deliberada, y el método Feynman fomenta precisamente ese tipo de práctica reflexiva.
- Biggs, J., & Tang, C. (2011). Teaching for quality learning at university. McGraw-Hill Education.
- Csikszentmihalyi, M. (1996). Creativity: Flow and the psychology of discovery and invention. Harper Perennial.
- Ericsson, A., & Pool, R. (2016). Peak: Secrets from the new science of expertise. Hachette Books.
- Perkins, D. (2010). Making learning whole: How seven principles of teaching can transform education. Jossey-Bass.
- Prince, M. (2004). Does active learning work? A review of the research. Journal of Engineering Education, 93(3), 223-231. https://doi.org/10.1002/j.2168-9830.2004.tb00809.x
- Roediger, H. L., & Butler, A. C. (2011). The critical role of retrieval practice in long-term retention. Trends in Cognitive Sciences, 15(1), 20-27. https://www.cell.com/trends/cognitive-sciences/abstract/S1364-6613(10)00208-1
- Slamecka, N. J., & Graf, P. (1978). The generation effect: Delineation of a phenomenon. Journal of Experimental Psychology: Human Learning and Memory, 4(6), 592–604. https://doi.org/10.1037/0278-7393.4.6.592