Los trastornos alimenticios siguen siendo uno de los tipos de afecciones mentales más graves que existen por su alta tasa de mortalidad. A pesar de eso, pareciera que, en la actualidad, este grupo de alteraciones se vuelven cada vez más frecuentes y diversas. En los últimos años, se ha usado el término manorexia para hacer referencia a un trastorno alimenticio que afecta a los hombres.
Se trata de un problema de la conducta alimentaria que comparte muchos rasgos con la anorexia nerviosa. De hecho, muchos consideran que no es más que la anorexia vista desde la perspectiva masculina. Por esa razón, es importante conocer cuáles son las particularidades de esta afección cuando se manifiesta en esa población específica.
¿Qué es la manorexia?
La anorexia nerviosa es una enfermedad mental que afecta a la manera en que las personas se alimentan. Quienes padecen este trastorno sufren de una percepción corporal distorsionada que intentan manejar a través de la alimentación. Por ejemplo, se perciben a sí mismos como gente con sobrepeso (aunque no sea así) y restringen la ingesta calórica. En algunos casos, se limitan a comer pequeñas porciones y en otros más extremos dejan de comer por completo.
Siguiendo esta línea, en su mayoría, la anorexia nerviosa es una condición que se observa con más frecuencia en mujeres jóvenes. Pero, también puede observarse en personas con otras identidades de género y de grupos de edad diversos. En este sentido, la manorexia es una expresión con la cual algunos autores hacen referencia a la anorexia nerviosa en hombres. Y, la evidencia apunta a que se trata de un problema que se está volviendo cada vez más frecuente.
De acuerdo con un estudio publicado en la International Journal of Men’s Health, algunas estadísticas sugieren que ha habido un incremento de 67%. No obstante, el mismo trabajo aclara que las cifras de prevalencia no son exactas debido a la falta de investigaciones a larga escala. Por lo tanto, se considera que es una enfermedad que no se diagnostica con precisión la mayoría de las veces.
Síntomas de la manorexia
Continuando con lo anterior, la anorexia masculina comparte rasgos comunes con la anorexia nerviosa típica de las mujeres. En primer lugar, estos hombres tendrían una percepción distorsionada de su propio cuerpo que ocasionaría malestares como baja autoestima, ansiedad y depresión. Aunque, algunos especialistas mencionan que la manorexia afectaría no solo a la percepción del peso corporal, sino también a la belleza.
Según estos autores, los hombres que sufren de esta afección se sentirían “feos” en comparación con el resto. De igual manera, intentarían controlar el malestar que sienten consigo mismos a través de la restricción alimentaria. Pero, en el caso de los hombres, se observa una tendencia más marcada hacia realizar actividad física en exceso. Esto con el fin de controlar el peso y “mejorar” su apariencia física de alguna forma.
Por otro lado, es probable que estos pacientes recurran al consumo de productos para adelgazar que pudieran ser peligrosos. Asimismo, a largo plazo, podrían desarrollar malestares fisiológicos como fatiga y debilidad a causa de la malnutrición a la que se someten.
Causas
Como ocurre con la anorexia nerviosa, esta alteración se relaciona con una serie de factores que influyen en la enfermedad. Es común ver que estos pacientes tengan personalidades obsesivas/perfeccionistas, baja autoestima y problemas para gestionar sus emociones. También es posible encontrar en su historial diferentes tipos de traumas psicológicos como el abuso sexual o el acoso escolar.
A lo anterior debemos sumarle las presiones sociales que pueden experimentar los hombres para cumplir con estándares de belleza. A menudo, quienes sufren de manorexia ven a las celebridades o modelos como ideales que deberían alcanzar para ser felices. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, la imagen que muestran estas figuras públicas es poco realista. Además, debido a su percepción distorsionada, nunca podrán sentir que encajan con el estándar que impone la sociedad.
Consecuencias
La restricción del alimento junto al exceso de actividad física puede tener múltiples consecuencias a nivel físico y mental. Según la revisión de Chidiac (2019), uno de los efectos irreversibles que puede tener esto es la pérdida de densidad ósea. Esto aumenta el riesgo de que una persona padezca fracturas y otros problemas en sus huesos.
Por otra parte, si la alteración se presenta en la adolescencia, es posible que afecte al desarrollo cerebral, disminuyendo su volumen. Sumado a eso, es posible que genere deficiencias de potasio, glicemia y otras sustancias esenciales para el organismo. Esto puede tener diferentes efectos sobre el organismo como aumento del ritmo cardíaco, espasmos musculares, cansancio, dolor de cabeza, etc.
A largo plazo, la manorexia aumenta el riesgo de mortalidad de una persona porque deteriora el equilibrio orgánico. En adición a eso, el malestar emocional que genera puede llevar a quien lo padece a presentar problemas serios como depresión. Por lo tanto, el riesgo de cometer suicidio también es alto para quienes viven con esta enfermedad.
Tratamiento de la manorexia
El tratamiento de esta alteración amerita una intervención de un equipo multidisciplinario. Como se mencionó antes, no se trata solo de un desequilibrio emocional, sino de una condición que atenta contra la salud. Por esa razón, es necesario que los psicólogos y psiquiatras cuenten con el apoyo de nutricionistas y otros especialistas médicos. De esta manera, es posible reducir el riesgo de muerte al que se enfrentan estos pacientes.
En conclusión, la manorexia es una enfermedad mental que es tan peligrosa como la anorexia nerviosa que sufren las mujeres. Además, debemos tener en consideración que suele ignorarse porque se le considera un problema típico del género femenino. Si sospechas que tú o alguien que conoces atraviesa esta situación, lo mejor es buscar ayuda cuanto antes.
- Chidiac, C. W. (2019). An update on the medical consequences of anorexia nervosa. Current opinion in pediatrics, 31(4), 448-453.
- Rueda, J. G. (2006). Trastornos de la alimentación en hombres: cuatro subtipos clínicos. Revista Colombiana de Psiquiatría, 35(3), 352-361.
- Sweeting, H., Walker, L., MacLean, A., Patterson, C., Räisänen, U., & Hunt, K. (2015). Prevalence of eating disorders in males: a review of rates reported in academic research and UK mass media. International journal of men’s health, 14(2).
