Los neurolépticos son un tipo de medicamento muy utilizado para tratar enfermedades mentales, todas ellas son de origen psicótico. Vamos a ver mejor qué son y cómo funciona este grupo de fármacos tan importante para tratar estas enfermedades.
Qué son los neurolépticos
En primer lugar, vamos a profundizar en el concepto. Los neurolépticos son un grupo de medicamentos que tienen un mecanismo en común, y es que actúan bloqueando los receptores de dopamina en el cerebro.
La dopamina es una sustancia que suele dispararse en personas con trastornos mentales, como puede ser la esquizofrenia y otras enfermedades psiquiátricas. Por este motivo son también conocidos como antipsicóticos.
Una de las enfermedades más conocidas en las que se aplica es la esquizofrenia. Este trastorno mental es uno de los más graves de este ámbito, ya que provoca en el afectado una pérdida de la noción de la realidad.
Estas personas sufren mucho, pues hay muchos prejuicios contra estos trastornos y producen mucho sufrimiento tanto en ellos como en las personas de su entorno. La enfermedad afecta a sus relaciones sociales y a sus capacidades cognitivas.
Las personas que lo sufren pueden tener problemas de percepción de la realidad, alucinaciones, delirios y todo tipo de conflicto con la realidad. No existe otra vía para tratarles que no sea a través de los neurolépticos, también llamados medicamentos antipsicóticos.
Es por ello que su tratamiento es imprescindible, pues puede dar una mejor calidad de vida al afectado y también un respiro a las personas que le rodean. Por lo tanto, este tipo de medicamentos es fundamental y hay que seguir el tratamiento indicado por un médico.
Por lo tanto, los medicamentos neurolépticos son los más habituales para tratar este tipo de enfermedad. Estos actúan bloqueando esa sustancia, de modo que el cerebro del paciente permanece bajo control.
El descubrimiento de esta sustancia ha permitido, por lo tanto, que se avance mucho en el tratamiento de las enfermedades mentales. Esto sucedió durante el siglo XX, pues fue en estos años cuando la medicina se dedicó especialmente a tratar los trastornos de este tipo, obteniendo importantes hallazgos en este sentido.
Tipos de neurolépticos que existen
Los neurolépticos son un tipo de fármaco fundamental para controlar enfermedades mentales, ya que su descubrimiento ha supuesto un avance en el tratamiento de las mismas. Estos antipsicóticos se clasifican en dos grupos: los típicos y los atípicos.
Antipsicóticos típicos
Los primeros, los neurolépticos típicos, son los fármacos habituales y tradicionales con los que se inicia un tratamiento para un trastorno psicótico. Es decir, son los que llevan más tiempo en el mercado y los que han sido más utilizados hasta el momento.
Su acción es bloquear los receptores de dopamina D2, lo que provoca una reducción del exceso de esta hormona. Esta es la que provoca dicho trastorno en el cerebro, con lo cual, al inhibirla, se consigue el equilibrio de su producción.
Aquí estarían el haloperidol o la clorpromazina, que son algunos de los antipsicóticos más conocidos y administrados en la actualidad. Estos pueden inyectarse o tomarse por vía oral como tratamiento durante un periodo de tiempo.
No obstante, estos neurolépticos tienen también unos efectos secundarios que es preciso conocer y tener en cuenta antes de administrarlos. Por un lado, pueden conducir a que se produzcan efectos adversos de trastorno del movimiento, como el Parkinson.
Por esta razón, la ciencia continúa investigando para encontrar otros medicamentos que produzcan menos efectos secundarios. No obstante, se siguen utilizando dado que sus efectos positivos inclinan la balanza a su uso. Eso sí, cada vez es más frecuente que se compaginen con otros medicamentos para controlar dichos efectos adversos.
Antipsicóticos atípicos
Por otro lado, están los antipsicóticos atípicos. Este término hace alusión a aquellos fármacos que están surgiendo para evitar los efectos secundarios a los que hemos hecho mención anteriormente.
Por lo tanto, estos fármacos considerados como más seguros, han sido llamados neurolépticos atípicos. Aquí entran medicamentos como la clozapina, la olanzapina o la risperidona, que se diferencian de los anteriores en que tienen un efecto sobre la serotonina.
Esta es un inhibidor de la liberación de dopamina (recordemos que el antipsicótico, simplificando mucho, actúa frenando la producción de esta sustancia), por lo que se reducen de forma significativa los efectos adversos.
Es decir, los antipsicóticos de este tipo, es decir los atípicos, han supuesto un avance para tratar estas enfermedades sin que haya unos efectos adversos tan negativos. Aunque sí que tienen algunos, estos se han conseguido reducir de forma significativa.
En definitiva, como habrás podido ver, los neurolépticos son un grupo de medicamentos muy importantes para hacer frente y controlar ciertos trastornos de origen psicótico. Es fundamental consumir estas sustancias siempre bajo prescripción médica y nunca administrarla por nuestra propia cuenta.