La hipnofilia, también llamada somnofilia -aunque son diferentes-, es una parafilia en la que predomina la excitación sexual, o se obtiene el orgasmo, al interactuar de forma sexual con una persona que duerme.
La característica que predomina en las parafilias es la presencia de fantasías, así como de comportamientos sexuales, cuya fuente de placer no se encuentra en el ejercicio de la función sexual, sino en otra actividad que le acompaña. Es decir, la gratificación depende de una conducta sexual que es atípica.
Las parafilias y la hipnofilia o somnofilia
Tal como indica el autor Rafael Jiménez Díaz, en su estudio sobre la génesis de las parafilias sexuales, siguiendo al DSM-IV, para que un sujeto reciba un diagnóstico de parafilia debe presentar, durante un período de por lo menos seis meses, fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes e impulsos sexuales o comportamientos relacionados con el objeto parafílico en cuestión.
Las fantasías, impulsos o comportamientos, deben provocar un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o en otras áreas importantes en la vida del sujeto. Sin embargo, aunque la definición es coherente, está llena de controversias, sobre todo porque existen comportamientos que generan malestar individual o social en algunas culturas, pero no en otras.
En todo caso, el origen de la palabra somnofilia proviene de la raíz latina “somnus”, que se traduce como ‘sueño’, equivalente al dios griego del sueño Hipnos. En cuanto al término “filia”, que deriva del griego y significa ‘amor’. Por ello, la palabra hipnofilia o somnofilia se aplica para hacer referencia a la parafilia que involucra el sueño. En estos casos, la hipnofilia se refiere a la persona que se masturba mientras observa a otra persona dormir, mientras que con el término somnofilia se hace referencia a las personas que van un poco más lejos y acarician o tienen prácticas sexuales de índole física con la persona que se encuentra en el estado de sueño.
Igualmente, esta parafilia recibe el nombre del Síndrome de la Bella Durmiente, debido a la relación con la narración de Charles Perrault, en la que se cuenta sobre una joven que cae dormida durante un siglo, pero que es despertada por un príncipe que admira su belleza. Así, el nombre del síndrome refiere a la atracción en la que se ve envuelto el príncipe por la joven que duerme, en comparación con la persona que se excita de forma sexual con una persona dormida.
La parafilia de la somnofilia
Tal como indica Svein Overland, en su estudio sobre la somnofilia y la Bella Durmiente, clínicamente las parafilias se dividen por lo general en dos grupos: aquellas que se refieren a objetos específicos, como los fetiches, y las que se refieren al comportamiento, como el voyerismo o el exhibicionismo.
En el caso de la somnofilia esta se catalogaría por definición dentro de las parafilias de comportamiento, sin embargo, se requiere una actuación sobre la fantasía. En este sentido, algunas personas describen la situación de dormir como excitante sexualmente, lo cual incluye el quitarle cuidadosamente el edredón a la persona que duerme.
Con base en ello, el patrón de excitación se podría clasificar basado en objetos. En otros casos, hay quienes admiten que la excitación sexual por las mujeres dormidas se da por su condición de indefensión, lo cual la convierte en una ‘víctima fácil’. Pero, en estos casos, las fantasías se encuentran más próximas a las de violaciones que a la somnofilia como ha sido catalogada clásicamente.
En cuanto a la excitación sexual específica por la violación, esta se clasifica como biastofilia o raptofilia, la cual consiste en un tipo de parafilia depredadora, en la cual el deseo sexual y el obtener un orgasmo depende del ataque sexual sorpresivo y son consentimiento de la víctima, presa del terror ante un extraño.
Sin embargo, según Svein, la somnofilia se trata principalmente de la excitación sexual respecto a las personas dormidas que no son parejas, aunque los límites son vagos, ya que tanto la somnofilia como el síndrome de la Bella Durmiente se han descrito muy poco en la literatura.
Fue en 1986 cuando el psicólogo y sexólogo John Money hizo una descripción de la somnofilia como un tipo de parafilia del tipo depredador, merodeador, en el que la excitación erótica y la facilidad o el logro del orgasmo responden y dependen de entrometerse con un extraño dormido mediante caricias eróticas, incluido el sexo oral, sin que ello implique violencia o forcejeo.
Por lo tanto, la práctica de esta parafilia incluye varios rangos que van desde la excitación sexual, la masturbación y la práctica de las relaciones sexuales con el sujeto que se encuentra inconsciente debido al sueño.
A la persona que padece de somnofilia le resulta excitante el temor al ser descubierto si la otra persona despierta. Pues, el somnófilo puede masturbarse al ver a la persona dormir o llegar al coito con esa persona, hasta el punto de cometer abuso sexual.
Esto se debe que en el estado de sueño del movimiento ocular rápido (REM), el cuerpo experimenta la erección del clítoris, en el caso de la mujer, y la tumescencia peneal nocturna, en el caso del hombre, por lo que se darían procesos sexuales que podrían propiciar una penetración.
Así, mientras el sujeto está en el estado de sueño, se podría producir la práctica de una felación o masturbación.
Tratamiento
Por lo general, es difícil que el sujeto que padece somnofilia llegue a la práctica del coito, pues el cuerpo tiende a mantenerse en alerta, además del sonido y el movimiento que podrían hacer despertar al individuo.
Pero, es una práctica cuyos síntomas principales son la atracción por las personas que se encuentran en estado de inconsciencia debido al sueño, así como por las fantasías recurrentes con personas que duermen.
Los tratamientos más habituales son la psicoterapia, especialmente aquellas en las que se recurren a las técnicas conductuales cognitivas. En algunos casos, pudiese ser necesario el uso de hormonas o medicamentos psicotrópicos.
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- Díaz, R. J. (2012). La génesis de las parafilias sexuales y la homosexualidad egodistónica: el Modelo de los Mecanismos Tensionales. Avances en Psicología Latinoamericana, 30(1), 146-158.
- Muse, M., & Frigola, G. (2003). La evaluación y tratamiento de trastornos parafílicos. Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiatría de enlace, 65(1), 55-65.
- Overland, Svein. (2018). Somnophilia and the sleeping beauty syndrome – the unknown patterns of arousal. Journal of Psychology & Clinical Psychiatry. 9. 10.15406/jpcpy.2018.09.00560.
