La enfermedad de Párkinson es un trastorno cerebral neurodegenerativo que afecta las células nerviosas en el cerebro que producen dopamina.
Los síntomas motores de la enfermedad son el resultado de la muerte de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra, una región del cerebro medio. Esto da como resultado la falta de producción suficiente de dopamina en estas áreas. La razón de esta muerte celular es poco conocida, pero implica la acumulación de proteínas en los cuerpos de Lewy en las neuronas.
La causa de la enfermedad de Párkinson es desconocida, pero se cree que implica tanto factores genéticos como ambientales. Las personas con un miembro de la familia afectado, son más propensas a adquirir la enfermedad. También existe un mayor riesgo en personas que han estado expuestas a ciertos plaguicidas y entre las que han tenido fuertes lesiones en la cabeza.
La mayoría de los síntomas de las personas tardan años en desarrollarse, y pueden vivir durante muchos años con la enfermedad. Después del diagnóstico, los tratamientos pueden ayudar a aliviar los síntomas, pero hoy en día todavía no hay cura para esta terrible enfermedad.
Signos y síntomas de la enfermedad de Párkinson
Los síntomas de la enfermedad de Párkinson difieren de una persona a otra. También cambian a medida que la enfermedad progresa.
Durante las primeras etapas de la enfermedad, puede llegar a no dar ninguna señal de alarma y observarse síntoma alguno. Generalmente, los síntomas se desarrollan lentamente y con frecuencia pasan desapercibidos por la familia, amigos, e incluso la persona que los tiene.
De manera que, los síntomas son únicos para cada individuo, y la progresión de los síntomas también varía de persona a persona, aunque se han descrito cinco etapas de Párkinson que pueden ayudar a entender los cambios que se producen a lo largo del tiempo. Algunas personas pueden tardar 20 años pasar por todas las etapas. En otras, la enfermedad progresa más rápidamente.
7 Síntomas motores comunes
Además temblor, los síntomas más comunes incluyen:
1. Temblor (sobre todo en reposo)
El temblor suele ser el primer síntoma de que las personas con la enfermedad de Párkinson. Al principio, el temblor puede aparecer en sólo un brazo o pierna, o en un solo lado del cuerpo, y se produce cuando estando despierto, sentado o de pie (temblor en reposo), y mejora cuando se mueve esa parte del cuerpo. El temblor también puede afectar a la barbilla, los labios y la lengua. A medida que la enfermedad progresa, el temblor puede propagarse a ambos lados del cuerpo. Pero en algunos casos el temblor se mantiene en un solo lado. El estrés emocional y físico tiende a hacer el temblor más notable. El sueño, la relajación completa y el movimiento intencional o de acción, suelen reducir o detener el temblor.
2. Rigidez muscular (hipertonía muscular) y músculos doloridos
Uno de los primeros síntomas más comunes de Párkinson es una reducción del balanceo de los brazos de un lado al caminar. Esto es causado por la rigidez muscular. La rigidez también puede afectar a los músculos de las piernas, cara, cuello u otras partes del cuerpo. Esto puede hacer que los músculos se sientan cansados y doloridos.
3. Movimiento lento o limitado (bradicinesia)
Se trata de una lentitud en los movimientos voluntarios e involuntarios, pero principalmente dificultad para comenzar y terminarlos. Por ejemplo, le puede ser difícil salir de una silla o darse la vuelta en la cama.
4. La debilidad de los músculos de la cara y la garganta
Puede resultar más difícil hablar y tragar. Las personas con estos síntomas pueden atragantarse con la comida, toser o babear. El habla se vuelve más suave y monótona. La pérdida de movimiento en los músculos de la cara puede causar una expresión facial fija, vacía, a menudo llamada la «máscara de Párkinson.»
5. Dificultad en la marcha y el equilibrio
Una persona con esta enfermedad es probable que camine con pequeños pasos, con sus pies juntos, se doble ligeramente hacia adelante por la cintura y tenga problemas para darse la vuelta. Los problemas de equilibrio y la postura pueden causar caídas frecuentes. Sin embargo, estos problemas generalmente no aparecen más avanzada la enfermedad.
6. La congelación de movimiento
Se trata de una súbita pero breve incapacidad para moverse. Con mayor frecuencia afecta al caminar. Al rato desaparece.
7. Micrografía
Es un estado en que la letra en manuscrita del paciente cada vez se hace más pequeña e ilegible.
5 Síntomas no motores
1. Depresión y ansiedad
La depresión puede ser causada por la enfermedad o por una reacción a la misma. Algunos enfermos se deprimen cuando les dan el diagnóstico. Los signos de depresión incluyen alteraciones del sueño, de la memoria, del apetito, del interés en la vida social o sexual, pérdida de energía o motivación para ciertas cosas y un concepto negativo de sí mismo. Al paciente le cuesta aceptar su estado y se enoja por sus limitaciones.
La ansiedad aparece ante cualquier situación estresante, por no poder realizar las tareas cotidianas a las que estaba acostumbrado. La ansiedad puede llegar incluso a provocar una mayor inestabilidad, dificultad para respirar y sudoración excesiva. Para evitar que esto suceda son de gran ayuda las técnicas de relajación.
2. Alteraciones cognitivas
Entre las alteraciones cognitivas suelen aparecer dificultades en la concentración, la memoria, el pensamiento enlentecido, la capacidad para planificar tareas complejas o para realizar varias tareas a la vez.
3. Trastornos del sueño
Las dificultades para dormir se deben a la ansiedad, el dolor o la rigidez muscular. Es fundamental que el paciente duerma bien y realice un buen descanso porque el sueño reparador disminuye los efectos sintomáticos parkinsonianos. El cansancio es un estado de agotamiento físico y mental muy común en pacientes parkinsonianos. Puede ser consecuencia de los medicamentos, de la depresión o del esfuerzo extra necesario para realizar las tareas cotidianas y enfrentar los síntomas de la enfermedad. Esto puede ser mejorado con la medicación adecuada si se identifica cual es la causa que lo provoca.
4. Alteraciones sensoriales y dolor
A veces los pacientes refieren dolor en las piernas por calambres, frío, ardor o sensación de entumecimiento y dolor de cabeza (cefalea) o dolor de cintura (lumbar).
5. Anosmia
Es la pérdida o disminución del sentido del olfato.
Otros síntomas
La confusión y las alucinaciones que pueden aparecer son efectos secundarios de la medicación parkinsoniana y no de la enfermedad misma.
Un pequeño número de personas presentan síntomas en un solo lado del cuerpo, y nunca progresan hacia el otro lado.
Etapas de la Enfermedad de Párkinson
1. La etapa uno
Durante esta etapa inicial, la persona tiene síntomas leves que generalmente no interfieren con sus actividades diarias. Pueden aparecer temblores y otros síntomas de movimiento en un lado de sólo el cuerpo. Los amigos y familiares pueden notar los cambios de postura, caminar y expresiones faciales.
2. Segunda etapa
En la segunda etapa de Párkinson, los síntomas empiezan a empeorar. El temblor, la rigidez y otros síntomas de movimiento afectan a ambos lados del cuerpo. Aparecen problemas para caminar y la mala postura puede hacerse evidente. En esta etapa, la persona sigue siendo capaz de vivir sola, pero la realización de tareas del día a día se hace más difícil y puede llevarle más tiempo.
3. Tercera etapa
La etapa tres se considera el estadio intermedio en la progresión de la enfermedad. La pérdida del equilibrio y la lentitud de movimientos son características de esta fase. Las caídas son más habituales. Aunque la persona sigue siendo totalmente independiente, los síntomas alteran significativamente las actividades de su vida diaria, tales como vestirse y comer.
4. Cuarta etapa
Durante esta etapa de Párkinson, los síntomas son ya severos y muy limitantes. Pueden permanecer de pie sin ayuda, pero para moverse necesitan a alguien que les ayude o un andador. La persona necesita ayuda con actividades de la vida diaria y no es capaz de vivir sola.
5. Quinta etapa
Esta es la etapa más avanzada y debilitante de la enfermedad de Párkinson. La rigidez en las piernas puede hacer que sea imposible estar de pie o caminar. La persona requiere una silla de ruedas o estar postrada en la cama. Se requiere la atención permanente para todas las actividades. La persona puede incluso experimentar alucinaciones y delirios. Mientras que la quinta etapa se centra en los síntomas motores, hay muchos e importantes síntomas no motores también.
Tratamiento de la enfermedad de Párkinson
Desgraciadamente, no existe en la actualidad una cura para la enfermedad de Párkinson. En la actualidad, el tratamiento puede ser de tres tipos (aunque son viables combinaciones): farmacológico, quirúrgico y rehabilitador.
Los fármacos que se utilizan en el tratamiento de la enfermedad de Párkinson son los llamados fármacos anti-parkinsonianos, que tratan de restituir de forma temporal la dopamina en el cerebro o bien, imitan las acciones de la dopamina.
Sin embargo, ninguno de los fármacos usados en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson actúa sobre la progresión de la enfermedad. En la actualidad, los fármacos más usados son levodopa y varios agonistas de dopamina, aunque también tienen cierta relevancia otros como la selegilina (inhibidor de la MAO-B), la amantadina (liberador de dopamina) o la benzatropina (antagonista del receptor muscarínico de la acetilcolina).
A medida que la enfermedad progresa y neuronas siguen perdiendo, estos medicamentos se vuelven menos eficaces, mientras que al mismo tiempo que producen efectos secundarios como movimientos de retorcimiento involuntarios.
La dieta y algunas formas de rehabilitación han demostrado cierta eficacia en la mejoría de los síntomas.
Hace años se empezó a utilizar la cirugía para colocar microelectrodos para lograr la estimulación cerebral profunda y de este modo intentar reducir los síntomas motores en los casos más graves, cuando los medicamentos eran ineficaces. Pero el problema se hallaba en que no siempre se tenía éxito en las intervenciones quirúrgicas y las complicaciones de gravedad no eran extrañas.
La contención emocional de las personas que rodean al paciente es fundamental y un componente clave en la atención del parkinsoniano pues le proporciona numerosos beneficios.
Como se trata de un trastorno progresivo los síntomas empeoran gradualmente con el tiempo. En general los síntomas se ven agravados por el estrés y las situaciones emocionales que causan ansiedad. La parte psicológica es muy importante. Los síntomas suelen mejorar con el descanso, el sueño y se utilizan técnica de relajación o cualquier estrategia para controlar el estrés y la ansiedad.

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