La influencia social informativa es un proceso mediante el cual, ante una situación ambigua, una persona se deja llevar por lo que observa en los demás que se encuentran en la misma situación y lo toma como un referente para emitir sus respuestas.
Este ha sido un tema bastante estudiado por la psicología social, una rama que se ha encargado de dejar en evidencia cómo la convivencia en grupos lleva a que las personas elaboren patrones, normas, creencias o conductas y se adapten a ellas bajo la presión de la mayoría grupal.
De modo particular, se ha demostrado una mayor sugestibilidad en aquellos sujetos que se encuentran ante personas con autoridad.
Influencia social informativa
La influencia social informativa también es conocida como prueba social, y se trata de un fenómeno psicológico en el que las personas asumen que la acción de otros sujetos son el reflejo del comportamiento adecuado en una situación específica.
Este efecto se da con más fuerza en aquellas situaciones sociales que resultan ambiguas y las personas no son capaces de determinar cuál debe ser el comportamiento más apropiado, por lo que terminan siendo conducidos por la idea de que las personas del entorno, en ese momento, cuentan con más información respecto a la situación.
Dichos efectos de la influencia social informativa se pueden observar en las tendencias de grupos que son grandes y la persona busca adaptarse a una opción, correcta o incorrecta. Por ello, también ha recibido el nombre de comportamiento gregario.
Aunque la demostración social pudiese reflejar un motivo racional para considerar la información que poseen otros, algunos análisis muestran que esto puede llevar a que las personas recurran rápidamente a una sola respuesta, aun cuando las decisiones de los grupos grandes estén basadas en una pequeña porción de información.
A la influencia social informativa igualmente se le considera como un tipo de conformidad, pues cuando un sujeto se encuentra en una situación en la cual no se siente seguro sobre cuál debe ser su comportamiento correcto, entonces observa lo que otras personas hacen para adaptarse. Es decir, surge una conformidad porque se cree que la interpretación de la situación por parte de los otros tiene más exactitud que la propia y por ello, la respuesta será más adecuada. En ello tiene mucho que ver la norma de influencia social que lleva a que una persona se ajuste a caer bien o a ser aceptada por otros.
La influencia social informativa: un fenómeno anteriormente estudiado
Hace más de setenta años, uno de los investigadores más prominentes de la psicología social, Solomon Asch, explicaba que un sujeto podía emitir una respuesta diferente a la que emitiría por sí mismo si no se encontrase bajo la influencia del entorno social y a favor de la opinión mayoritaria, incluso si se tratase de un caso en el que el error de la mayoría resultara evidente para la persona.
Es decir, que las personas constantemente están sometidas a la presión social de los grupos mayoritarios y esto afecta la forma de procesamiento individual, la cual se ve afectada por el pensamiento de la mayoría, aun cuando sea muy erróneo o absurdo.
Esto se da mayormente cuando la situación resulta compleja, ambigua, novedosa o sin normas claras, que el individuo siente una predisposición a aceptar el comportamiento de la mayoría, ya que su juicio personal es considerado como incompetente por él mismo.
Cultura y normas sociales
De lo anterior se deduce que las actitudes que se comparten socialmente y se generan a partir de la interacción social tienen una especie de vida propia. Es decir, se van transmitiendo de una generación a la otra, se internalizan, porque, aunque el grupo no se encuentre presente, el sujeto ya ha hecho parte de sí la norma, y se mantienen, aun cuando la composición del colectivo cambie.
Así, la cultura existe como un proceso dinámico con vida propia que se conserva, aunque los sujetos que lo generaron sean reemplazados por otros.
Sin embargo, cabe destacar que los sujetos suelen conformarse con la presión mayoritaria u obedecen las órdenes que provienen de personas con un estatus alto.
Pero muchas veces, las minorías que no tienen poder ni estatus también logran generar cambios en las normas sociales, pues, se trata de grupos que son dominantes, tal como ocurrió en la instauración en el siglo XIX con la elite de la Inglaterra victoriana, tal como señalan Páez y Campos en su estudio sobre la cultura e influencia social: conformismo e innovación.
El conformismo
De modo que, el conformismo sería el cambio de creencias y conductas debido a la presión que ejerce un grupo, el cual hace que las disposiciones previas de u individuo se vean modificadas en dirección de la norma establecida por el colectivo.
Han sido muchos los estudios que han dejado en evidencia que ante una mayoría que emite un juicio erróneo, las personas se conforman con dicha percepción social errónea.
Otro detalle a considerar cuando se aborda el conformismo, es la presencia de mujeres en el grupo, pues, se ha sugerido que en las mujeres se observa un mayor efecto de la influencia social en temas en los que no tenían experiencia, por lo que habría una tendencia a que las mujeres fuesen más conformistas, debido a una mayor vulnerabilidad a la influencia social.
Dicha vulnerabilidad vendría dada por un menor estatus y poder, pues, quienes poseen más estatus son más reticentes a ser influenciados; además, en las mujeres habría una menor independencia y unicidad. En cambio, los hombres interpretan la no conformidad como un signo de independencia.
Y por supuesto, la explicación que cobra más fuerza es la de la presión normativa, es decir, que las personas siguen la opinión de la mayoría para ser aceptado por el grupo social y evitar ser rechazados.
- Acevedo, G. M., Álvarez, A. R., & González, V. G. R. Conformismo social.
- Coos Salgado, L. L., Mora Acevedo, G., Ramírez González, V. G., & Reyes Alvarez, D. A. (2019). Conformismo social.
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