Joseph Campbell (1904-1987) fue un prolífico mitólogo y escritor estadounidense. Influenciado por las ideas de Freud, Jung, Joyce o Mann, y atraído por las fuentes mitológicas asiáticas y nativas americanas, supo crear su propio modelo antropológico y psicológico: El análisis del mito.
Las obras más conocidas de Joseph Campbell son:
Frases célebres del Joseph Campbell
Estamos tan ocupados en hacer cosas para lograr fines con valores externos que olvidamos que el valor interior, el éxtasis que se asocia con la vida, es lo único que importa.
Los mitos son metáforas de la potencialidad espiritual del ser humano, y los mismos poderes que animan nuestra vida animan la vida del mundo.
Persigue tu felicidad y no tengas miedo, y las puertas se abrirán donde menos lo sospeches.
Nuestro trabajo es enderezar nuestras propias vidas.
La vida se desprende de una generación a otra, para volver a nacer.
El inconsciente freudiano es un inconsciente personal, biográfico. Los arquetipos jungianos del inconsciente son biológicos.
En vez de limpiar su propio corazón, el fanático trata de limpiar el mundo.
Tenemos que estar dispuestos a dejar de lado la vida planificada, para poder tener la vida que nos espera.
Las guerras y los arranques de cólera son los recursos de la ignorancia; los arrepentimientos y las iluminaciones que llegan demasiado tarde.
Las virtudes del pasado son los vicios del presente. Y mucho de lo que se creía que eran los vicios del pasado son las necesidades de hoy. El orden moral tiene que ponerse a tono con las necesidades morales de la vida real en el tiempo, aquí y ahora.
En cuanto la poesía del mito es interpretada como biografía, historia o ciencia, muere.
La vida carece de sentido. Tú pones el sentido.
En la medida en que el amor se expresa a sí mismo, no se expresa según los modos de vida aprobados. Es por eso que resulta tan secreto. El amor no tiene nada que ver con el orden social.
El universo es un racimo de calderas atómicas explotando, como nuestro Sol.
La postura del guerrero es decir «sí» a la vida; «sí» a todo.
El infierno es la vida secándose. Al atesorador, al que en nosotros quiere quedarse, aferrarse, debemos matarlo.
El héroe se sacrifica por algo…Ahí está la moralidad del asunto.
Más frases de Joseph Campbell
La eternidad no es un tiempo que vendrá después. La eternidad no es ni siquiera un tiempo muy largo. La eternidad no tiene nada que ver con el tiempo. La eternidad es esa dimensión del aquí y ahora que interrumpe todo pensamiento en términos temporales.
Si nos estamos aferrando a la forma, ahora, no tendremos próxima forma.
Cada uno seguimos un camino, cada uno vivimos nuestra propia aventura encontrándonos con todo tipo de desafíos, y las decisiones que tomamos nos hacen ser lo que somos. Esas decisiones nos pondrán a prueba y nos llevarán al límite. Al final, nos harán más fuertes de lo que nunca imaginamos.
No todos los que vacilan están perdidos. La psique tiene muchos secretos en reserva. Y no se descubren a menos que sea necesario.
En todo el mundo habitado, en todos los tiempos y en todas las circunstancias, han florecido los mitos del hombre.
Tú mismo eres parte del mal, o no estarías vivo. Cada cosa que haces es mala para alguien. Esta es una de las ironías de la creación.
Lo divino vive en ti.
La meta del viaje del héroe hasta el punto gema es encontrar esos niveles psíquicos que se abren, y se abren, y se abren… y la apertura última al misterio de tu Ser es la conciencia de Buda o del Cristo.
Más allá del mundo de opuestos hay una invisible, pero experimentada, unidad e identidad en todos nosotros.
Un dios es una personificación de una fuerza motivadora o de un sistema de valores que funciona en la vida humana y en el universo: los poderes de tu propio cuerpo y de la naturaleza.
El único modo de averiguar algo sobre tu felicidad es poner la mente en esos momentos en que más feliz te sientes, cuando realmente eres feliz; no excitado, no sólo entusiasmado, sino profundamente feliz. Esto requiere un poco de autoanálisis. ¿Qué es lo que te hace feliz? Tómalo, no importa lo que diga la gente. Eso es lo que yo llamo «seguir el camino de tu corazón».