El modelo estructural en terapia familiar es un enfoque terapéutico desarrollado por Salvador Minuchin y sus colegas en la década de 1960. Este modelo se centra en la estructura familiar, es decir, en las pautas de interacción y organización dentro de la familia, y cómo estas estructuras influyen en el funcionamiento familiar.
En qué consiste la Terapia Estructural
La terapia estructural, también conocida como terapia familiar estructural, es un enfoque terapéutico que se centra en la estructura de las relaciones familiares y cómo los patrones de interacción pueden afectar la dinámica familiar.
Esta terpia se basa en la idea de que las familias tienen una estructura y jerarquía únicas, y que los problemas emocionales y conductuales a menudo surgen cuando la estructura de la familia se vuelve disfuncional o rígida. El terapeuta estructural busca comprender y modificar los patrones de interacción disfuncionales que pueden estar contribuyendo al problema del cliente.
Como define Minuchin (1979), la estructura familiar es el “conjunto invisible de demandas funcionales que organizan las interacciones entre los miembros de la familia”. Dicho en otras palabras, la estructura familiar es el patrón repetitivo de interacciones de la familia para llevar a cabo sus funciones y es a través de la observación de estos patrones transaccionales repetitivos que puede determinarse su estructura, así como su funcionalidad o disfuncionalidad.
La estructura familiar nos informa de como la familia está organizada. Por ello, los estructuralistas se fijan más en el patrón interaccional que en el síntoma, dándole a este último un valor de respuesta de defensa. Todos los organismos cuando se ven sometidos a determinadas circunstancias reaccionan adaptándose al cambio; estas conductas de adaptación pueden llegar a ser los síntomas.
En la terapia estructural, el terapeuta observa y evalúa la dinámica familiar, y ayuda a los miembros de la familia a identificar y cambiar patrones disfuncionales. El terapeuta también puede guiar a la familia en la construcción de límites claros y saludables, y en la promoción de la comunicación y el apoyo mutuo.
La terapia estructural a menudo utiliza técnicas como la observación de interacciones familiares, la reconstrucción de la historia familiar y la asignación de tareas para cambiar patrones de interacción. También se pueden utilizar técnicas para fortalecer la estructura familiar, como la creación de alianzas entre miembros de la familia y la promoción de la flexibilidad en la jerarquía familiar.
El modelo estructural es especialmente efectivo en el tratamiento de familias con problemas de límites difusos o enmarañados, como en casos de familias con problemas de adicciones, trastornos alimentarios, abuso infantil, entre otros.
Qué dimensiones estructurales existen
En la terapia sistémica, la dimensión estructural se refiere a la organización y los patrones de interacción que existen dentro de una familia o sistema social. Las dimensiones estructurales pueden incluir:
- Jerarquía: La jerarquía se refiere a la distribución del poder y la autoridad dentro del sistema familiar. La terapia sistémica puede ayudar a establecer límites claros y a fomentar una distribución equitativa del poder.
- Subsistemas: Los subsistemas son subgrupos dentro del sistema familiar, como la pareja, los hermanos o los padres e hijos. La terapia sistémica puede ayudar a identificar los subsistemas y a trabajar para mejorar la comunicación y la interacción dentro de ellos.
- Límites: Los límites son las fronteras emocionales y físicas que existen dentro de un sistema familiar. Son las reglas que definen quién y cómo se participa en una interacción; es la definición de los roles que son necesarios para cumplir una tarea. Dentro de esta dimensión se destacan cuestiones como: la diferenciación, la permeabilidad y la rigidez de límites entre los individuos y subsistemas de una familia, y entre ésta y su ambiente social. La terapia sistémica puede ayudar a establecer límites claros y a fomentar una comunicación abierta y saludable.
- Los alineamientos: Los alineamientos son las reglas de unión u oposición entre los miembros o los subsistemas para cumplir una función. Generalmente estas reglas no son explícitas ni reconocidas, y aquí entran en juego aspectos como la coalición, la alianza y la triangulación.
- Coaliciones: Las coaliciones son alianzas entre miembros del sistema familiar que pueden impedir el funcionamiento saludable del sistema. La terapia sistémica puede ayudar a identificar las coaliciones y a trabajar para desmantelarlas.
- Flexibilidad: La flexibilidad se refiere a la capacidad del sistema familiar para adaptarse a cambios y situaciones nuevas. La terapia sistémica puede ayudar a fomentar la flexibilidad y la adaptabilidad dentro del sistema familiar.
- El poder: Esta dimensión se refiera al poder o la fuerza. Se trata de la influencia de cada miembro de la familia en una actividad determinada. Es un atributo relativo y no absoluto, es decir que depende de la acción en curso (por ejemplo, en un momento dado un hijo puede tener más poder que los padres al controlarlos cuando tienen alguna enfermedad). Para el modelo estructural, un sistema funcional debe organizarse de forma jerárquica. Entiende el poder como la capacidad de influencia que tiene un individuo determinado para controlar la conducta de otro. Idealmente el poder debe ser empleado por quien tiene la posición de autoridad, pero en ocasiones un miembro de la familia puede tener el poder pero no la autoridad.
En la terapia sistémica, el objetivo es trabajar en conjunto con la familia para identificar y abordar las dimensiones estructurales que están contribuyendo a los problemas que se están experimentando. Al hacerlo, se puede mejorar el funcionamiento del sistema familiar en general y promover la salud emocional y el bienestar de todos sus miembros.
El concepto de holón en terapia familiar sistémica
El concepto de «holón» en terapia familiar sistémica se refiere a la idea de que un sistema es, a la vez, un todo integrado y un componente de un sistema más grande. El término «holón» fue acuñado por el filósofo Arthur Koestler para describir entidades que son simultáneamente autónomas y dependientes.
En la terapia familiar sistémica, se entiende que cada miembro de la familia es un holón, un ser autónomo y al mismo tiempo forma parte de un sistema más grande. Este sistema más grande puede ser la familia, la comunidad, la cultura o la sociedad en general. La terapia se enfoca en la comprensión de cómo los holones individuales interactúan y se influyen mutuamente, y cómo estos procesos afectan a la salud y el bienestar de la familia como sistema.
De este modo, el sistema familiar se diferencia y desempeña sus funciones a través de sus subsistemas, los cuales son los holones del sistema familiar. Los individuos son subsistemas (Holón individual) dentro de la familia. Las díadas, como la de marido-mujer o madre-hijo pueden ser, también, subsistemas u holones. Según Minuchin podemos considerar varios Holones: «holón individual», «holón conyugal», «holón parental», «holón de los hermanos».
La comprensión del concepto de holón en la terapia familiar sistémica ayuda a los terapeutas a entender la complejidad y la interconexión de los sistemas familiares y a trabajar con ellos de manera efectiva.
La terapia se enfoca en el fortalecimiento de los holones individuales y en la mejora de las relaciones entre ellos, lo que lleva a una mayor salud y bienestar para todo el sistema.
Qué es la disfunción del sistema familiar
Según el modelo estructural en terapia familiar, la disfunción del sistema familiar se produce cuando las pautas de interacción y organización dentro de la familia son inflexibles, inadecuadas o ineficaces para resolver problemas o adaptarse a cambios. Las disfunciones del sistema pueden manifestarse en diversas formas, como conflictos frecuentes, falta de comunicación, roles rígidos o confusos, y límites difusos o enmarañados.
La disfunción del sistema familiar también puede ser causada por eventos estresantes o traumáticos, como la muerte de un miembro de la familia, una enfermedad grave, una adicción o un abuso. Estos eventos pueden alterar la estructura familiar y crear problemas en las interacciones y dinámicas familiares.
Para Minuchin son cuatro las fuentes de donde puede proceder el estrés del sistema familiar:
- Del contacto estresante de un miembro con fuerzas extrafamiliares y que se transmite al resto de la familia o a algún subsistema, incapaz de acomodarse o amortiguar la situación.
- Del contacto estresante de la familia en su totalidad con fuerzas extrafamiliares, generalmente a nivel económico o social.
- De los momentos transicionales de la familia que requieren la negociación de nuevas reglas familiares y la aparición de nuevas líneas de diferenciación y que en cambio, producen conflictos y rupturas.
En la terapia estructural, el objetivo es identificar y abordar las disfunciones del sistema familiar a través de la reestructuración de las pautas de interacción y organización en la familia. El terapeuta trabaja con la familia para desarrollar nuevas formas de comunicación y resolver conflictos, establecer límites claros y flexibles, y mejorar la adaptabilidad y la capacidad de la familia para hacer frente a situaciones estresantes o traumáticas.
En última instancia, la terapia estructural tiene como objetivo mejorar el funcionamiento y la salud emocional de la familia en su conjunto, mediante la construcción de una estructura familiar más saludable y funcional.
Problemas con los límites
En la terapia estructural, el trabajo con los límites es esencial para ayudar a las familias a establecer estructuras más saludables y funcionales. Sin embargo, pueden surgir algunos problemas relacionados con los límites en la terapia estructural, especialmente cuando los miembros de la familia tienen dificultades para establecer y mantener límites claros.
A continuación, se presentan algunos problemas relacionados con los límites que pueden surgir en la terapia estructural:
- Límites demasiado rígidos o demasiado flexibles: Algunos miembros de la familia pueden tener límites demasiado rígidos, lo que puede dificultar la adaptación a los cambios y la resolución de conflictos. Por otro lado, otros miembros de la familia pueden tener límites demasiado flexibles, lo que puede llevar a la falta de respeto y protección personal. En ambos casos, el terapeuta debe trabajar con la familia para encontrar un equilibrio saludable.
- Falta de claridad en los límites: Los miembros de la familia pueden tener dificultades para establecer límites claros y efectivos. Pueden surgir malentendidos y conflictos cuando los límites no están bien definidos. El terapeuta debe trabajar con la familia para establecer límites claros y asegurarse de que todos los miembros de la familia los entiendan.
- Resistencia a establecer límites: Algunos miembros de la familia pueden resistirse a establecer límites claros, ya sea porque temen el cambio o porque están preocupados por la reacción de otros miembros de la familia. En este caso, el terapeuta debe ayudar a la familia a comprender la importancia de establecer límites saludables y guiarlos en el proceso de establecimiento de límites.
Problemas con la alineación
Las alineaciones familiares son patrones de coalición o lealtades que se forman entre miembros de la familia. Pueden surgir algunos problemas relacionados con las alineaciones en la terapia estructural, especialmente cuando las alineaciones son rígidas o disfuncionales.
Los más comunes, aunque no excluyentes entre sí son:
- Coalición estable: unión de miembros contra un tercero como pauta dominante o inflexible en sus relaciones. Ejemplo: El padre o la madre se asocian con el hijo en una coalición transgeneracional rígida en contra del otro.
- Coalición en rodeo: es un tipo de coalición estable que se diferencia por sus intento de desviar el conflicto entre los miembros coaligados, mediante la designación de otro miembro como origen de su problema y la adopción de una actitud de ataque o dedicación frente a él. Ejemplo: los padres manifiestan total ausencia de conflictos entre ellos, pero están sólidamente unidos contra un hijo o subsistema de hijos.
- Triangulación: dos miembros enfrentados buscan la unión con otra tercera persona, la cual tiene que responder y cooperar unas veces con uno y otras con otro. Ejemplo: Cada padre pide a su hijo que se una a él en contra del otro.
- Coaliciones desviadoras e intergeneracionales: son fórmulas específicas de triángulos. Los de «dos contra uno» generalmente son inestables y a la larga producen síntomas.
En general, el trabajo con las alineaciones en la terapia estructural puede ser desafiante, pero es fundamental para ayudar a las familias a construir estructuras más saludables y funcionales. Si surgen problemas relacionados con las alineaciones, el terapeuta debe trabajar con la familia para abordarlos y promover la flexibilidad y el cambio en la familia.
Problemas con la jerarquía y el poder
En la terapia estructural, la jerarquía se refiere a la posición de cada miembro de la familia dentro de la estructura familiar. Pueden surgir algunos problemas relacionados con la jerarquía en la terapia estructural, especialmente cuando la estructura de poder es disfuncional o desequilibrada.
Los problemas que se dan al respecto son:
- Estructuras de poder disfuncionales: En algunas familias, la estructura de poder puede ser disfuncional o inapropiada. Por ejemplo, puede haber un padre abusivo que ejerce un control excesivo sobre la familia o un hijo que asume un papel de liderazgo que no le corresponde. El terapeuta debe trabajar con la familia para identificar las estructuras de poder disfuncionales y ayudarles a establecer roles y responsabilidades más saludables.
- Falta de poder funcional en el sistema: no hay nadie capaz a quien se le permita llevar a cabo las funciones necesarias para el sistema.
- Débil funcionamiento de ejecución: por bajo rendimiento en una o varias funciones.
- Inhibición del potencial de desarrollo: los individuos no pueden desempeñar las funciones propias de su edad a causa de la desorganización familiar.
Técnicas de intervención en terapia estructural
En la terapia estructural, el terapeuta utiliza diversas técnicas de intervención para ayudar a la familia a reestructurar sus patrones de interacción y organización. Algunas de estas técnicas pueden incluir:
- Escenificación: El terapeuta puede pedir a la familia que represente situaciones problemáticas o conflictivas para que puedan identificar patrones de interacción disfuncionales y trabajar en soluciones alternativas.
- Reframing: Se basa en ayudar a la familia a reinterpretar los problemas y situaciones de manera diferente para cambiar la percepción y la comprensión de la situación.
- Enactment: Se pide a la familia que recree situaciones problemáticas para observar patrones de interacción disfuncionales y trabajar en soluciones alternativas.
- Modificación de límites: El terapeuta puede ayudar a la familia a establecer límites más claros y flexibles en las relaciones interpersonales.
- Intervenciones directas: Son un tipo de intervenciones directas en las interacciones familiares para fomentar un cambio en la dinámica.
- Técnicas de comunicación: Se enseñan habilidades de comunicación efectivas para mejorar la calidad de las interacciones familiares.
- Técnicas de resolución de conflictos: El terapeuta puede ayudar a la familia a resolver conflictos y problemas de manera efectiva y saludable.
Estas técnicas de intervención pueden ser adaptadas para satisfacer las necesidades específicas de cada familia y trabajar en la reestructuración de sus patrones de interacción y organización disfuncionales para mejorar su funcionamiento general.
- MINUCHIN, S. (1977). Familia y terapia familiar. Barcelona. Gedisa
- MINUCHIN, S. et FISHMAN, H. (1984). Técnicas de terapia familiar. Buenos Aires. Paidós
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- FISHMAN, H. (1994). Terapia estructural intensiva: tratamiento de familias en su contexto social. Buenos Aires. Amorrortu.