¿Qué son las Emociones? tipos, componentes y cómo gestionarlas

Redactado por Marta Guerri . Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 10 abril 2024.
Descubre qué son las emociones, los diferentes tipos y cómo gestionarlas para una mejor salud emocional. Aprende sobre su concepto y componentes clave.

Las emociones, esos fenómenos psicofisiológicos que todos experimentamos, son una parte esencial de nuestra existencia. Ya sea alegría, tristeza, miedo, sorpresa, asco o ira, cada emoción tiene su propio impacto en nuestra vida diaria y en nuestra interacción con el mundo que nos rodea. La experiencia juega un papel fundamental en la vivencia de cada emoción. Se trata de un estado que sobreviene, súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.

Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea

En este artículo, exploraremos en profundidad el concepto de las emociones, los diferentes tipos que existen, y cómo estos estados afectivos se manifiestan a través de diversos componentes conductuales y fisiológicos. También abordaremos la importancia de la inteligencia emocional en la gestión de nuestras emociones y cómo esta habilidad puede mejorar nuestra salud emocional y bienestar general.

¿Qué son las emociones y cuáles son sus componentes?

Las emociones son estados afectivos que experimentamos, reacciones subjetivas al ambiente que vienen acompañadas de cambios orgánicos -fisiológicos y endocrinos- de origen innato. En el ser humano, la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.

Existen diferentes tipos de emociones, como el miedo, la sorpresa, el asco, la ira, la alegría y la tristeza. Cada uno de estos tipos de emociones tiene una función específica y se manifiesta a través de distintos componentes de las emociones, que pueden ser conductuales o fisiológicos.

En el ser humano, la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.

Las emociones son estados afectivos que experimentamos, reacciones subjetivas al ambiente que vienen acompañadas de cambios orgánicos -fisiológicos y endocrinos- de origen innato.

Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. Aún así, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.

A los pocos meses de vida comenzamos a expresar emociones básicas como el miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones básicas. En los humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.

Las emociones juegan un papel fundamental en la regulación de nuestras interacciones con el entorno. Entender qué son las emociones básicas o primarias y cómo se diferencian de las emociones secundarias es esencial para aplicar este conocimiento en áreas como la psicología, la educación emocional y la inteligencia emocional (IE).

Emociones primarias o básicas

Se conoce como emociones básicas o primarias a aquellas respuestas emocionales universales que son iguales en todas las culturas y a la vez son esenciales para la supervivencia del ser humano. Estas emociones aparecen automáticamente y son innatas; se manifiestan desde el nacimiento y son comunes a todos los seres humanos independientemente de su contexto sociocultural.

Las emociones básicas tienen funciones adaptativas específicas, como preparar al organismo para la huida (miedo), propiciar la reintegración personal (tristeza), o motivar la protección y cuidado (alegría). Estas respuestas son esenciales para la supervivencia y la interacción social eficaz.

Las emociones básicas se caracterizan por:

  • Universalidad: Aparecen en todas las culturas.
  • Innatez: Están presentes desde el nacimiento.
  • Función adaptativa: Facilitan respuestas rápidas a estímulos del entorno que son cruciales para la supervivencia.
  • Expresión facial específica: Cada emoción básica tiene una expresión facial reconocible.
  • Provocan reacciones biológicas: Activan respuestas fisiológicas automáticas en el cuerpo.

Existen varias clasificaciones de las emociones básicas según distintos autores. Las más conocidas son las siguientes:

1. Las siete emociones básicas de Paul Ekman

Paul Ekman, un psicólogo de renombre por su investigación sobre las emociones y sus correlatos faciales, identificó estas seis emociones básicas a través de estudios extensos que incluyeron el análisis de las reacciones faciales en diferentes culturas, incluyendo tribus aisladas sin contacto previo con la civilización occidental. Las emociones que Ekman catalogó como básicas son:

  • Miedo: Una emoción que activa el sistema de respuesta al peligro, preparando al individuo para la huida o evasión.
  • Tristeza: Una respuesta típica a experiencias de pérdida o fracaso, que puede fomentar una reflexión introspectiva o la búsqueda de apoyo social.
  • Ira: Surge como respuesta a la percepción de una amenaza o una injusticia, y puede motivar acciones correctivas o defensivas.
  • Alegría (Felicidad en términos de Goleman): Promueve comportamientos de acercamiento y construcción de vínculos sociales, además de ser un indicativo de satisfacción o éxito.
  • Sorpresa: Funciona como un mecanismo de alerta rápida que ayuda a orientar nuestra atención hacia nuevos estímulos, facilitando la adaptación rápida a cambios o nuevas informaciones.
  • Asco: Emoción que evita el contacto o consumo de sustancias que podrían ser perjudiciales o tóxicas.

Posteriormente, en la década de 1990, expandió su teoría original de las emociones básicas para incluir una más: el Desprecio.

Ekman incluyó el desprecio como una emoción básica adicional basándose en su investigación que demostró que la expresión de desprecio es reconocida a través de diferentes culturas alrededor del mundo, subrayando su papel en las dinámicas sociales y personales.

2. Las seis emociones básicas de Daniel Goleman

Daniel Goleman, a través de su obra sobre la inteligencia emocional (IE), retoma y expande la clasificación de las emociones básicas propuesta inicialmente por Paul Ekman. Goleman, cuyo trabajo ha popularizado el concepto de inteligencia emocional en el ámbito psicológico y empresarial, identifica seis emociones básicas que son fundamentales para el entendimiento humano y la interacción social. Estas emociones son esenciales no solo para la supervivencia individual, sino también para la eficacia en nuestras relaciones y en el manejo de nuestros ambientes sociales y laborales.

A continuación, se describen las seis emociones básicas según Daniel Goleman:

  •  Miedo: sirve para preparar al organismo para reaccionar ante peligros. Se manifiesta con un aumento del ritmo cardíaco, tensión muscular, y agudización de los sentidos, preparando al cuerpo para una posible huida o confrontación.
  • Tristeza: su función es facilitar un proceso de reflexión posterior a una pérdida significativa, desencadenando a menudo una reevaluación personal o situacional que puede ser constructiva. Se da una disminución en la energía y motivación, lo cual puede fomentar un espacio para el duelo y eventual recuperación.
  • Ira: su objetivo es movilizar recursos del cuerpo para enfrentar amenazas a la integridad personal o a la justicia. Produce un incremento en la energía corporal, tensión muscular, y en algunos casos, comportamiento agresivo, lo cual puede servir para rectificar una situación percibida como injusta o amenazante.
  • Felicidad (equivalente a la Alegría en otros modelos): sirve para reforzar comportamientos que son percibidos como beneficiosos; promover la cohesión social. Ofrece expresiones faciales como la sonrisa, un estado general de bienestar que puede incrementar la cooperación entre individuos y fortalecer relaciones.
  • Sorpresa: su función es aumentar la atención y la alerta ante situaciones inesperadas, permitiendo una rápida reacción. Hay una elevación de las cejas, apertura de los ojos; estas respuestas facilitan la adquisición de nueva información vital para ajustar comportamientos.
  • Aversión (equivalente al Asco en modelos de Ekman): sirve para evitar elementos nocivos o contaminantes, desde alimentos en mal estado hasta ideas moralmente repugnantes. Se manifiesta con expresiones de rechazo facial, como fruncir el ceño o gestos de disgusto, que señalan la repulsión y promueven el alejamiento de la fuente de desagrado.

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3. Clasificación de la Universidad de Glasgow: Cuatro emociones básicas

Un estudio innovador de la Universidad de Glasgow reexaminó la teoría de las emociones básicas utilizando técnicas modernas de análisis facial, que miden las reacciones de los músculos faciales. Los investigadores concluyeron que, en lugar de las seis emociones tradicionalmente aceptadas, existen solo cuatro emociones básicas cuyas expresiones faciales son completamente distintas:

  • Miedo: Caracterizado por ojos ampliamente abiertos, que preparan al individuo para estar más alerta a los estímulos del entorno.
  • Tristeza: Expresión facial que a menudo implica ceño fruncido y labios caídos, reflejando un estado de pérdida o desconsuelo.
  • Ira: Incluye ceños fruncidos y labios apretados, una preparación para la confrontación física o verbal.
  • Felicidad: Sonrisa (contracción de los músculos del contorno de los ojos y boca), que promueve la cohesión social y el bienestar personal.

Este estudio sugiere que el miedo y la sorpresa comparten señales faciales similares, lo que indica una alta alerta, mientras que el asco y la ira comparten expresiones de rechazo y antagonismo, respectivamente. Esta reducción a cuatro categorías fundamentales ayuda a simplificar el entendimiento de las respuestas emocionales y ofrece un nuevo marco para estudiar cómo las emociones influencian la interacción humana.

4. Clasificación de Aguado: universo emocional básico (10 Emociones)

Roberto Aguado, en su obra de 2005, propone una ampliación significativa al conjunto tradicional de emociones básicas identificadas por otros investigadores como Ekman. Aguado introduce cuatro emociones adicionales basadas en los procesos bioquímicos y neurológicos que subyacen a las respuestas emocionales. Este enfoque permite una comprensión más rica y detallada de la paleta emocional humana, que incluye:

  • Miedo: Sensación de alerta ante el peligro inminente.
  • Tristeza: Emoción que surge de pérdidas personales o fracasos.
  • Ira: Respuesta a percibidas amenazas a nuestra integridad o justicia.
  • Alegría: Sentimiento de placer y satisfacción.
  • Sorpresa: Reacción breve y espontánea ante lo inesperado.
  • Asco: Rechazo hacia algo que se percibe como desagradable o contaminante.
  • Culpa: Sentimiento que ocurre cuando una persona cree que ha cometido un error o transgresión moral.
  • Admiración: Emoción de respeto y reverencia, a menudo hacia alguien o algo que posee cualidades superiores.
  • Curiosidad: Deseo de explorar, conocer y aprender, motivado por el interés hacia lo desconocido o poco familiar.
  • Seguridad: Sensación de certeza y confianza en la propia capacidad para enfrentar los desafíos del entorno.

Estas diez emociones constituyen lo que Aguado denomina el «universo emocional básico,» cada una conectada a reacciones bioquímicas específicas que no solo ayudan a comprender cómo reaccionamos ante el mundo, sino también cómo estas reacciones conforman nuestro comportamiento y nuestra salud mental y física.

5. Rueda de emociones de Plutchik

Robert Plutchik creó lo que se conoce como la «Rueda de las Emociones», que es un modelo para identificar y clasificar las interrelaciones de las emociones básicas. Plutchik propuso ocho emociones básicas, agrupadas en pares opuestos:

  • Miedo vs. Confianza
  • Sorpresa vs. Anticipación
  • Tristeza vs. Alegría
  • Disgusto (Desagrado) vs. Ira

Además, a partir de la combinación de estas emociones básicas, Plutchik identificó emociones más complejas, que él llamó emociones avanzadas, tales como:

  • Amor (alegría + confianza)
  • Optimismo (anticipación + alegría)
  • Sumisión (confianza + miedo)
  • Alevosía (anticipación + ira)
  • Decepción (sorpresa + tristeza)
  • Remordimiento (disgusto + tristeza)
  • Desprecio (disgusto + ira)
  • Susto (sorpresa + miedo)

La rueda de emociones de Plutchik no solo muestra cómo se combinan las emociones básicas para formar emociones más complejas, sino también cómo las emociones interactúan y contrastan entre sí, proporcionando un sistema comprensivo para entender la complejidad de las respuestas emocionales humanas.

Rueda Plutchik
Rueda Plutchik

6. Cinco emociones básicas según «Del Revés» (Inside Out)

La película de Pixar, Del Revés (Inside Out), a través de su narrativa y limitaciones de guion, seleccionó cinco emociones básicas para representar los procesos emocionales internos de la protagonista. Las emociones elegidas fueron:

  • Miedo: Prepara al cuerpo para enfrentar peligros.
  • Tristeza: Ayuda a reconciliarse con la pérdida y el desencanto.
  • Ira: Proporciona la energía necesaria para luchar contra las injusticias.
  • Alegría: Impulsa a buscar y mantener las conexiones sociales y personales.
  • Asco: Funciona como un mecanismo de rechazo ante alimentos en mal estado o ideas moralmente repulsivas.

Estas emociones fueron seleccionadas por su universalidad y capacidad de ser fácilmente reconocidas y comprendidas por audiencias globales, reflejando cómo estas emociones básicas interactúan para guiar las respuestas humanas a diferentes situaciones.

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Emociones secundarias o complejas

Las emociones secundarias o complejas son aquellas que se derivan de la combinación de emociones primarias. Estas emociones son menos universales y pueden variar significativamente entre diferentes culturas y contextos sociales.

Las emociones secundarias también cumplen funciones adaptativas, aunque son más complejas y menos directas que las de las emociones básicas. Por ejemplo, la vergüenza puede surgir de una combinación de miedo y culpa y tiene una función social importante en el mantenimiento de normas y conductas dentro de un grupo.

Estas emociones suelen ser específicas del contexto y pueden variar significativamente entre diferentes culturas y situaciones sociales. Se clasifican principalmente en emociones sociales, morales y estéticas, cada una influyendo de manera distinta en nuestra conducta y percepción del mundo.

1. Emociones Sociales

Las emociones sociales emergen en contextos de interacción con otros y reflejan las normas, valores y expectativas de una cultura. Estas emociones incluyen:

  • Orgullo: Sentimiento de satisfacción personal que viene de los propios logros o los logros de alguien con quien nos identificamos, y que es reconocido por otros.
  • Humillación: Emoción dolorosa que surge cuando nuestra dignidad es atacada, y nos sentimos ridiculizados o despreciados públicamente.
  • Vergüenza: Se siente cuando uno percibe haber fallado socialmente, acompañada de un deseo de esconderse o desaparecer.
  • Gratitud: Sentimiento de reconocimiento hacia alguien que ha beneficiado de alguna manera a uno, reforzando los lazos sociales.

Estas emociones no solo afectan cómo interactuamos con los demás, sino que también cumplen una función reguladora dentro de las sociedades, promoviendo conductas que fortalecen las estructuras sociales y desalentando aquellas que las debilitan.

2. Emociones Morales

Las emociones morales están profundamente entrelazadas con las percepciones de justicia e injusticia y suelen surgir de juicios sobre las acciones propias o ajenas. Incluyen:

  • Culpa: Se experimenta cuando uno reconoce haber cometido un error que va contra sus propios códigos éticos o los de su comunidad, llevando a un deseo de enmendar el error.
  • Indignación: Esta emoción surge como respuesta a una percepción de injusticia, usualmente provocada por acciones que violan normas morales aceptadas socialmente.
  • Compasión: Aunque también puede ser considerada social, en un sentido moral, la compasión implica sentir empatía por el sufrimiento de los demás y un deseo de aliviarlo.

Estas emociones juegan un papel crucial en la regulación del comportamiento social, motivando acciones que promueven la equidad y desalentando transgresiones morales.

3. Emociones Estéticas

Las emociones estéticas son aquellas respuestas emocionales que surgen en la contemplación de objetos o situaciones que consideramos bellos o sublimes, ya sea en el arte, la naturaleza o la vida cotidiana. Incluyen:

  • Arrobo: Sentimiento de placer intenso ante la belleza que captura completamente la atención y provoca admiración.
  • Admiración: Respuesta emocional a algo que no solo es bello sino también impresionante o sublime en su perfección o escala.
  • Nostalgia: Aunque típicamente considerada melancólica, en un contexto estético, la nostalgia puede surgir al experimentar arte o ambientes que evocan un anhelo por el pasado.

Estas emociones estéticas no solo enriquecen la experiencia personal, sino que también facilitan una conexión más profunda con el arte y la cultura, permitiendo interpretaciones y apreciaciones que son fundamentales para la experiencia humana.

Otras clasificaciones del universo emocional

Investigadores como Lazarus y Bisquerra han propuesto clasificaciones que incluyen emociones ambivalentes o que agrupan las emociones en familias según su intensidad y contexto específico.

1. Emociones ambiguas según Lazarus

Richard Lazarus explora la categoría de emociones ambiguas, donde incluye la compasión y la esperanza, emociones que en muchos contextos culturales son vistas positivamente:

  • Compasión: Esta emoción surge de la interacción entre el amor (una emoción positiva) y el sufrimiento (una emoción negativa). La compasión se manifiesta cuando sentimos amor o un profundo cuidado por alguien que está experimentando dolor o adversidad.
  • Esperanza: Se experimenta en situaciones adversas cuando la persona mantiene la confianza en alcanzar un desenlace favorable. Combina el malestar del momento presente con la anticipación positiva hacia el futuro.

2. Clasificación Psicopedagógica de Bisquerra

Rafael Bisquerra propone una organización de las emociones pensada para su aplicación en la educación emocional, distribuyéndolas en cinco familias principales, lo que ayuda a entender su función y manejo en contextos educativos:

  • Emociones Positivas: Incluyen la alegría, el amor y la felicidad, que fomentan la conexión y el bienestar personal.
  • Emociones Negativas: Comprenden el miedo, la ira, la tristeza, el asco y la ansiedad, todas ellas con un claro papel en la alerta y la protección ante situaciones adversas.
  • Emociones Ambiguas: Sorpresa, compasión y esperanza se categorizan aquí porque su impacto puede variar según el contexto en que se presenten.
  • Emociones Sociales: Agrupan a la vergüenza, timidez, celos, culpabilidad y envidia, emociones que surgen en interacciones sociales y reflejan las complejidades de las relaciones humanas.
  • Emociones Estéticas: Son aquellas que experimentamos ante manifestaciones de arte y belleza, provocando admiración, arrobo y otras reacciones profundamente subjetivas.

Estas clasificaciones no solo destacan la diversidad de las emociones humanas, sino que también nos enseñan que las emociones no solo son reacciones pasajeras, sino indicadores de nuestro estado psicológico y nuestras necesidades interpersonales.

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

De la misma manera que se reconoce el CI (cociente intelectual), se puede reconocer la Inteligencia Emocional. Se trata de conectar las emociones con uno mismo. Saber qué es lo que siento, poder verme a mí y ver a los demás de forma positiva y objetiva. La Inteligencia Emocional es la capacidad de interactuar con el mundo de forma receptiva y adecuada.

Características básicas y propias de la persona emocionalmente inteligente:

  • Poseer suficiente grado de autoestima.
  • Ser personas positivas
  • Saber dar y recibir
  • Empatía (entender los sentimientos de los otros)
  • Reconocer los propios sentimientos
  • Ser capaz de expresar los sentimientos positivos como los negativos
  • Ser capaz también de controlar estos sentimientos
  • Motivación, ilusión, interés
  • Tener valores alternativos
  • Superación de las dificultades y de las frustraciones
  • Encontrar equilibrio entre exigencia y tolerancia.

Daniel Goleman, explica que la Inteligencia Emocional es el conjunto de habilidades que sirven para expresar y controlar los sentimientos de la manera más adecuada en el terreno personal y social. Incluye, por tanto, un buen manejo de los sentimientos, motivación, perseverancia, empatía o agilidad mental. Justo las cualidades que configuran un carácter con una buena adaptación social.

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Tipos de emociones: Explorando las diversas categorías de emociones humanas

En el vasto espectro de la experiencia humana, las emociones juegan un papel crucial. No solo son respuestas a situaciones y eventos, sino que también son una parte integral de nuestra interacción y comprensión del mundo. En esta sección, nos adentraremos en llos diferentes tipos de emociones humanas, desde la alegría y la tristeza hasta la ira y el miedo, pasando por la sorpresa y el asco. Cada una de estas emociones tiene su propia función y manifestación, y entenderlas puede enriquecer nuestra inteligencia emocional y nuestra capacidad para manejar nuestras respuestas emocionales de manera efectiva.

¿Qué son las emociones? (What are emotions?) by Canva Presentations

Emoción Descripción Función
Miedo Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad. Tendemos hacia la protección.
Sorpresa Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa. Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
Asco o Aversión Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión. Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
Ira Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad. Nos induce hacia la destrucción.
Alegría Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad. Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
Tristeza Pena, soledad, pesimismo. Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
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¿Qué es lo que nos produce el miedo a nivel fisiológico?

Cuando nos encontramos ante un estímulo que nos provoca miedo o temor, nuestro cuerpo reacciona activándose. De esta forma, nos preparamos para cualquier reacción de lucha o huida que sea preciso a fin de protegernos, ya que nuestro impulso más básico es el de la supervivencia.

La activación se produce de la siguiente manera:

  • El lóbulo frontal de la corteza cerebral por la acción del hipotálamo activa la glándula suprarrenal.
  • La glándula suprarrenal descarga adrenalina.
  • Las pupilas se dilatan
  • El tórax se ensancha
  • El corazón se dilata, aumenta la provisión de sangre.
  • Se produce un aumento de la tensión arterial.
  • Los músculos se contraen.
  • El hígado libera glucosa, el combustible de los músculos.
  • La piel palidece.
  • Los bronquios se dilatan para aumentar el volumen de oxígeno.
  • En casos extremos la vejiga urinaria se vaciará.

Componentes de las emociones

Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que éstas se muestran externamente. En cierta medida son controlables, basados en el aprendizaje familiar y cultural de cada grupo:

  • Expresiones faciales.
  • Acciones y gestos.
  • Distancia entre personas.
  • Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).

Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos:

  • Temblor
  • Sonrojarse
  • Sudoración
  • Respiración agitada
  • Dilatación pupilar
  • Aumento del ritmo cardíaco

Estos componentes son los que están en la base del polígrafo o del «detector de mentiras». Se supone que cuando una persona miente, siente o no puede controlar sus cambios fisiológicos, aunque hay personas que con entrenamiento sí pueden llegar a controlarlo.

Componentes de las emociones

Expresiones faciales de las emociones

Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar lo que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un grupo social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el animal social por excelencia.

Las diferentes expresiones faciales son internacionales, dentro de diferentes culturas hay un lenguaje similar. Podemos observar como en los niños ciegos o sordos cuando experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida a las demás personas, tienen la misma expresión facial. Posiblemente existan unas bases genéticas, hereditarias, ya que un niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás.

Aunque las expresiones también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen, etc. Las mujeres tienen más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los orientales, especialmente los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás, porque a nivel íntimo expresan mejor sus emociones.

Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serios. Incluso podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Se identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión.

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Gestión efectiva de las emociones: Claves para el bienestar emocional

Comprender nuestras emociones es solo la mitad del camino, aprender a gestionarlas de manera efectiva es esencial para nuestro bienestar emocional y mental. Aquí te proporcionamos algunas estrategias y técnicas que pueden ayudarte a manejar tus emociones de manera más efectiva:

1. Técnicas de relajación y mindfulness

La práctica de técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación y el yoga puede ayudarte a calmar tu mente y reducir la intensidad de tus emociones. El mindfulness, o atención plena, te enseña a estar presente en el momento, lo que puede ayudarte a manejar tus emociones de manera más efectiva al permitirte reconocerlas sin juzgarlas ni reaccionar de inmediato a ellas.

2. Autoconciencia emocional

La autoconciencia emocional es la capacidad de reconocer y entender tus propias emociones. Esto puede ayudarte a entender por qué sientes lo que sientes y cómo tus emociones pueden afectar tus pensamientos y comportamientos. Puedes desarrollar la autoconciencia emocional a través de prácticas como la reflexión personal y la escritura en un diario.

3. Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tipo de terapia que puede ayudarte a entender cómo tus pensamientos, sentimientos y comportamientos interactúan. Puede enseñarte a identificar patrones de pensamiento negativo o destructivo que pueden estar contribuyendo a emociones difíciles y a desarrollar estrategias más saludables para manejar estas emociones.

4. Comunicación efectiva y expresión emocional

Expresar tus emociones de manera saludable es una parte importante de la gestión emocional. Esto puede implicar hablar con un amigo de confianza, escribir en un diario, o incluso expresarte a través de actividades creativas como la pintura o la música. La comunicación efectiva también puede ayudarte a manejar conflictos y malentendidos que pueden surgir de emociones no expresadas o mal interpretadas.

5. Cuidado personal

El cuidado personal es esencial para la gestión emocional. Esto puede incluir asegurarte de que estás comiendo una dieta saludable, haciendo ejercicio regularmente, durmiendo lo suficiente y tomando tiempo para actividades que disfrutas. Cuando cuidas de tu cuerpo, también estás cuidando de tu mente y tus emociones.

Recuerda, la gestión de las emociones es un proceso y puede llevar tiempo aprender a hacerlo de manera efectiva. No dudes en buscar ayuda profesional si sientes que tus emociones son demasiado difíciles de manejar por tu cuenta.

Las emociones en la investigación científica

El psicólogo W. Mischel hizo un experimento con niños de cuatro años. Les daba un caramelo y les decía que tenía que irse un momento, pero que debían esperar a que él volviera antes de comérselo, si lo hacían así él les daría otro caramelo como premio. El tiempo que permanecía fuera era tan sólo de tres minutos.

Había niños que no esperaban y se comían el caramelo. Posteriormente, hizo un seguimiento de los niños y observó que los que no se habían comido el caramelo, eran más resistentes a la presión, más autónomos, más responsables, más queridos por sus compañeros y mejor adaptados en el medio escolar que los otros.

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Reflexión final

Todas las personas nacemos con unas características especiales y diferentes, pero muchas veces la manera que tenemos de comportarnos o de enfrentarnos a los retos de la vida son aprendidos. Desde pequeños, podemos ver como para un niño no está tan bien visto llorar y expresar sus emociones como en una niña. Además, a los varones se les exige ser más valientes, seguros de sí mismos.

También podemos observar como, según las culturas, las mujeres son menos valoradas, tanto en el ámbito personal como en el laboral, lo cual es el origen de opresiones y malos tratos. Todo esto lo adquirimos sin darnos cuenta ya desde el momento en que venimos al mundo nos comportamos como nos han «enseñado» a comportarnos.

Quererse a uno mismo, ser más generoso con los demás o aceptar los fracasos, no siempre depende de lo que hemos heredado. Por lo que hemos de ser capaces de seguir aprendiendo y mejorando nuestras actitudes día a día. Aprender a ser más inteligentes emocionalmente, en definitiva, a ser más felices.

https://youtu.be/DOEEXlGUiDA

  • Ekman, P. (1982). Emotions and facial expressions: A cross-cultural perspective. Erlbaum.
  • Plutchik, R. (1980). Emoción: Una síntesis psicoevolutiva. Harper & Row.
  • Goleman, D. (1995). Inteligencia emocional. Kairós.
  • Aguado, R. (2005). Emoción, afecto y motivación: un enfoque de procesos. Alianza Editorial.
  • Lazarus, R. S. (1991). Emoción y adaptación. Oxford University Press.
  • Bisquerra, R. (2009). Psicopedagogía de las emociones. Síntesis.
  • Niedenthal, P. M., Krauth-Gruber, S., & Ric, F. (2006). Psicología de la emoción: enfoques interpersonales, experienciales y cognitivos. Psychology Press.
  • LeDoux, J. (1999). El cerebro emocional: El misterioso bajo mundo de la vida emocional. Editorial Planeta.
  • Márquez, M. (2009). Psicología de las emociones. Editorial Sanz y Torres.
  • Universidad de Glasgow. (2014). Las expresiones faciales humanas están organizadas funcionalmente a lo largo del eje facial superior-inferior.
Mguerri

Marta Guerri es Licenciada en Psicología por la UOC y Diplomada en Enfermería por la UB. Es Psicóloga General Sanitaria, con un Máster en Terapia de la Conducta y la Salud, Postgrado en Terapia Familiar Socioeducativa, y un Postgrado en Salud Mental y Psiquiatría por la Universitat de Barcelona (UB). Ha trabajado en terapia con familias con vulnerabilidad social en el Servicio de Orientación y Acompañamiento a Familias (SOAF) y actualmente ejerce de Psicóloga en la Clínica Fertty, donde se dedica a la atención de pacientes y donantes en tratamientos de fertilidad. Además, es miembro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), donde dirige uno de los grupos de estudio dedicado a la atención de donantes y ha realizado distintas ponencias sobre este tema. Es CEO y gestora de contenidos de Psicoactiva.com, un portal líder en psicología, que ha crecido hasta convertirse en una comunidad de referencia en el ámbito de la psicología y las neurociencias. Marta ha publicado varios libros sobre psicología y salud emocional, incluyendo "Inteligencia Emocional, una guía útil para mejorar tu vida" y "Entrenamiento mental para mejorar tu inteligencia" de la editorial Mestas Ediciones. Además, a través de su trabajo voluntario con la asociación Cracbaix, se dedica a asesorar a las familias con hijos de Altas Capacidades Intelectuales.