Los psicólogos utilizan múltiples herramientas y técnicas con el objetivo de evaluar el estado mental de las personas. En este sentido, los test o pruebas psicológicas sirven para profundizar más en el mundo interno de un paciente. Uno de los test más reconocidos es el dibujo de la figura humana, el cual tiene distintas variaciones. En este artículo, nos centraremos en la versión de Elizabeth Münsterberg Koppitz.
Como sucede con el resto de las pruebas de su tipo, puede tener varios significados dependiendo de ciertos factores. Aquí conocerás más sobre los rasgos que evalúa y qué cosas puede revelarnos acerca de nuestra propia mente.
La proyección en el dibujo de la figura humana de Koppitz
Lo primero que debemos saber es que este test pertenece a un grupo que se denomina “pruebas proyectivas gráficas”. Estos consisten en la interpretación de un dibujo con la finalidad de evaluar capacidades como la inteligencia o constructos complejos como la personalidad. Como su nombre lo indica, estos test se basan en el mecanismo de la proyección, una operación del inconsciente.
Siguiendo esta línea, la proyección sería la tendencia a atribuir emociones, pensamientos o cualidades propias a otras personas o cosas. Por ejemplo, cuando alguien dice “el clima está triste”, podría indicar que esta persona siente tristeza y la está proyectando en el clima. En esta situación hipotética, la tristeza existe de forma inconsciente, pero se expresa a través de la proyección.
Así, los partidarios de los test proyectivos gráficos consideran que en el dibujo las personas proyectamos aspectos del inconsciente. Por esa razón, son una buena herramienta para estudiar la personalidad, desarrollo psicomotor e inteligencia. El dibujo de la figura humana de Koppitz se rige por este mismo principio, aunque con algunas diferencias.
Dibujo de la figura humana de Koppitz
Elizabeth Koppitz estandarizó el test de la figura humana en 1968 y se convirtió en una de las pruebas psicológicas más provechosas. Esto ocurrió sobre todo en el ámbito de la evaluación infantojuvenil, ya que los niños y adolescentes tienen más problemas para expresarse con palabras. De esta forma, los dibujos son una manera más cómoda de crear un vínculo con ellos y obtener información sobre sus emociones.
Cabe destacar que esta prueba no solo se pensó para evaluar rasgos de personalidad, sino también el neurodesarrollo. A través de los ítems se puede determinar el grado de desarrollo psicomotor que tiene un infante. Por lo tanto, el dibujo de la figura humana de Koppitz es útil para detectar alteraciones orgánicas del sistema nervioso.
Test de HTP, ¿qué es, cuál es su propósito y claves para interpretarlo
En su momento, la autora estandarizó la prueba con poblaciones de niños entre 5 y 12 años de edad. Por tal motivo, es una técnica de evaluación común en el psicodiagnóstico infantil, pero puede usarse con adultos en algunos casos. Por ejemplo, personas que tienen dificultades para expresarse de modo verbal o que no saben leer o escribir.
¿Cómo se administra la prueba del dibujo de la figura humana?
Para empezar, el examinador sentará al niño en una silla cómoda frente a un escritorio vacío. Luego, se le proporcionará una hoja en blanco, junto con lápiz de grafito #2 y goma de borrar. Algunos psicólogos no recomiendan entregar la goma para borrar desde el principio, ya que podría generar ansiedad por cometer errores.
Como sucede con las demás pruebas proyectivas, el dibujo de la figura humana se administra con una premisa: «Quiero que en esta hoja dibujes una persona completa. Puede ser cualquier clase de persona que quieras dibujar, siempre que sea una persona completa y no una caricatura o una figura hecha con palitos.”. Con los niños más pequeños también podríamos agregar: «Puedes dibujar un hombre o una mujer, o un niño o una niña, lo que te guste dibujar».
No existe un límite de tiempo para completar el dibujo, así que el niño puede tomar el que necesite. De igual manera, tiene libertad para borrar las veces que desee y puede cambiar de hoja si quiere, las veces que lo pida.
Interpretación del dibujo de la figura humana
Con el objetivo de hacer una interpretación correcta del dibujo, es importante conocer el sexo del niño, edad, entorno familiar e historia clínica. Una vez que tengamos estos datos, podemos desarrollar la interpretación a partir de tres preguntas:
- ¿Cómo realiza el dibujo de la figura humana?
- ¿Quién es la persona que dibuja?
- ¿Qué intenta expresar con su dibujo?
1. ¿Cómo realiza el dibujo de la figura humana?
Para responder a esta interrogante debemos evaluar cuatro aspectos del dibujo: tamaño, ubicación, presión del trazo y ritmo.
- Tamaño. Un dibujo de tamaño grande se observa en niños que son extravertidos y con personalidad expansiva o agresiva. Mientras que los dibujos pequeños pueden asociarse con timidez, baja autoestima e introversión.
- Ubicación. Si el dibujo se coloca en la parte superior de la hoja, se relaciona con la fantasía e imaginación. La sección inferior de la hoja tiene que ver con posibles sentimientos depresivos o inhibición. Al lado izquierdo se vincula con eventos del pasado y a la derecha con la visión del futuro.
- Presión. Un trazo fuerte indica vitalidad o agresividad. En cambio, trazos débiles pueden relacionarse con timidez, sensación de fracaso o problemas para afirmarse.
- Esto tiene que ver con la espontaneidad al momento de hacer el dibujo. Si el niño lo hace con trazos simétricos, podría relacionarse con rasgos obsesivos o pérdida de la espontaneidad.
2. ¿Quién es la persona que dibuja?
Este es un aspecto importante del dibujo porque representa a la figura más relevante en la vida del niño. Por lo general, los infantes pequeños suelen dibujar a alguno de sus padres o incluso a ambos. Eso puede reflejar conflictos con las figuras paternales o una preocupación saludable por ellos, todo dependerá de las circunstancias individuales.
3. ¿Qué intenta expresar con su dibujo?
Los dibujos de los niños pueden expresar actitudes o sentimientos que tienen hacia las figuras que representan. Asimismo, podrían ser una manifestación de sus propias actitudes o emociones en el caso de que se dibujen a sí mismos. Algunos niños cuentan historias sobre sus dibujos que pueden encubrir algún deseo o anhelo.
Para concluir, es importante mencionar que el dibujo de la figura humana no conforma por sí sola una herramienta diagnóstica. Lo más recomendable es que se administre en conjunto con otras pruebas para verificar la fiabilidad de las interpretaciones. En el caso de la medición de la inteligencia, es necesario contar los baremos y normas de puntuación del test.
Referencias
- Koppitz, EM (1995). El dibujo de figura humana en los niños. Ed. Guadalupe, Buenos Aires
- Barros, M. C., & Ison, M. S. (2002). Conductas problemas infantiles: Indicadores evolutivos y emocionales en el dibujo de la figura humana. Revista Interamericana de Psicología/Interamerican Journal of Psychology, 36(1 & 2).
